Parte Unica

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¡Hola!

Hace tiempo escribí este fic inspirado en una canción, y quería plantearles un reto, quien adivine de qué canción se trata, tendrá una dedicación en este fic y además tendrá la posibilidad de pedirme un tema para escribir un Oneshot.

Pueden participar el número de veces que les guste, estaré al pendiente, e inmediatamente alguien adivite la canción pues estaré publicandola, junto a la portada del fic con el nombre <3

La canción no pertenece al Kpop, sólo como dato ;)

¡Suerte!

Pdt.: Ojalá logren adivinar :') esperaré hasta mañana al medio día :3

(EL CONCURSO YA TERMINÓ)


*

*

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Se mira a sí mismo en el reflejo del espejo; sus ojeras revelaban que ya no dormía bien, ojos rojos que delataban que estuvo llorando. Algo que no hizo desde que tiene memoria.

Vuelve a lavarse el rostro, vuelve a intentar que desaparezcan esas horribles señales que no quería que él viera. No se mostraría acabado. No.

Se seca y vuelve a aplicarse algo de crema, incluso toma un poco de maquillaje para disimular sus ojeras. Él estaba en la sala esperando a que hablaran como habían quedado.

Abre la puerta y él le mira por unos segundos, para luego agachar la mirada. Seguramente sabía lo que pasaba, pero no dijo nada, quizá no quería exponerlo. Estaba protegiéndolo incluso en una situación así, haciéndole sentirse un poco seguro. Sólo un poco.

Se sienta a su lado y no sabe cómo empezar. Busca en su mente entre ese mar de excusas, palabras sin sentido, incluso el clima y la comida que, en ese momento, parecen temas más interesantes para alargar aquello que se temía inminente.

Suspira sin ser consciente de ello, triste, porque últimamente ya no lo veía sonreír, ya no le mostraba esos ojos llenos de ilusión, y esa maldita sonrisa que le había enamorado, era parte de la historia, de su historia corta como pareja.

Lo mira de reojo y en su cuello ve un cardenal que no recuerda haberle hecho. Era un chupetón 'ajeno'. Piensa en ella, en su mejor amiga, en esa mujer en la que un día había confiado y le contó absolutamente cada inseguridad, cada maldito secreto y estupidez. Era esa misma mujer que le había hecho ese chupetón. La maldita razón por la que sus discusiones y problemas eran el pan de cada día, era ella.

- Taemin – mira al que lo nombró y se encuentra con sus ojos que tenían demasiada pena.

- ¿De qué querías que hablemos?

Intenta que su rostro no exprese nada, al menos esas habilidades le protegían en ese momento. Disimularía tener ese control y esa seguridad, que en realidad no tenía.

- Me marcho – así de directo era, así de doloroso era saber que lo dejaba.

- Con ella –le reprocha.

- No Taemin, lo nuestro ya no funciona, todo el tiempo peleamos y no quiero hacerte daño.

Él volvía a agachar la mirada, porque ambos sabían que no era precisamente por eso, era porque también había alguien más entre los dos.

- ¿Por qué no eres más sincero y me dices que es por ella?

- ¡No, Taemin!

- ¡Entonces dime en qué fallé! – reclama sin poder ocultar sus emociones del todo, recordando el sinnúmero de veces que le había perdonado, sintiendo el mundo injusto cuando él no podía perdonarle, lo que sea que hubiera hecho; incluso haberlos visto besarse.

- ¡No eres tú! – el tono de voz que utilizan ambos les anuncia que eso estaba a punto de terminar por completo, sería su última discusión.

- Bien.

Ya no tenía ganas de discutir. Estaba derrotado, cansado y harto de tener que hacer que esa relación continuara. Ya no podía retenerlo más, no si él no quería quedarse a su lado.

Y eso que creyó que viviendo juntos sería por siempre. Había sido un estúpido.

- Lo siento – le mira y no puede evitar sentir que aún está enamorado de sus grandes ojos, de esos que vio tan de cerca cientos de veces, sobre todo esos días en los que hacían el amor – yo soy el problema – le escucha aclararse la garganta – ya no te quiero... como antes.

Se lo temía. Por eso sentía el mundo derrumbarse cuando se acerca demasiado, casi como si quisiera besarle. Pero no.

- Seamos amigos.

Esa relación que había surgido de una amistad de tan sólo semanas, porque él no lo quería como amigo, jamás lo hizo, porque desde que lo vio supo que estaban destinados a ser algo más que sólo amigos.

- Sabes que no quiero ser tu amigo – replica desviando la mirada. Nunca quiso ser sólo su amigo.

- Taemin... - sabe que también le duele, pero a él le duele más.

- ¿Para qué? – le encara dolido – ¿crees que voy a ser lo suficientemente idiota como para aceptar ser tu amigo y mañana felicitarte por tu nueva relación con Yuri?

Dios. Muere al verlo boquear sin saber qué decir. No se lo espera, seguramente.

- Recoge tus cosas y márchate – le sonríe, como si en su interior no estuviera muriendo.

En realidad quería pedirle que se quedase, al menos esa noche más, para poder disfrutar por última vez aquello que más amaba de cada día. Sin embargo, era demasiado orgulloso para rogar por algo así.

Cuando él se acerca para abrazarle, interpone una mano entre los dos, niega encogiéndose de hombros.

- Yo... ¿estarás bien? – su pregunta casi le ofende.

- No te preocupes por mí.

Se encoge de hombros y sujeta su billetera para salir, no se quedaría a ver cómo hacía las maletas y se marchaba. Sus intentos le pedía que huyera de allí, antes de cometer alguna estupidez.

- Minho, por favor... - se detiene un poco dándose cuenta de todo – deja las llaves cuando te vayas y cierra con seguro.

Sonríe para sí mismo cuando ve su rostro sorprendido. Tal vez esperaba a que le rogase una vez más que se quedara, justo como hacía cada que él encontraba excusas para marcharse. Su sonrisa se amplía más cuando dobla la esquina y se da cuenta de que pronto volvería, porque está seguro de que esa relación duraría hasta que Yuri se cansara de jugar a ser alguien más.

Ella le había imitado, fingía ser como Lee Taemin, sólo para tener a Minho; pero dudaba de que siquiera le llegase a los talones. Sólo alguien tan ciego como Minho no lo notaría.

Y, obviamente, cuando Minho decidiera regresar, él no estaría disponible para su regreso.

Le costaría, pero lo superaría... superaría a Choi Minho, se juraba a sí mismo, mientras caminaba con su corazón partido.

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¡Muchas gracias por su participación a todas! Me hizo muy feliz su empeño <3

¡Tengan un bella noche!

Dedicado a Edith Tapia <3




Mi Historia Entre Tus Dedos - 2minWhere stories live. Discover now