KyungSoo mira el salón de baile vacío y siente el aire hacerse pesado en sus pulmones.
No hay absolutamente nadie aún cuando él rogó a ese chico por unos minutos de su tiempo fuera de su habitación.
Sus pasos se vuelven cansados conforme vuelve a casa, la gente mira su abatido rostro y solo ignoran, porque es mejor eso a tener un drama innecesario.
Los ojos del pequeño están bañados en lágrimas conforme comprende que el hombre al que ama solo será cariñoso y afectivo con él cuando la puerta está cerrada, cuando no hay nadie mirando.
Sus manos se vuelven en puños y solo quiere gritar, sacar la frustración y mandar todo al carajo.
Porque él no se merece eso...no se lo merece.
Sus mejillas están mojadas una vez más y sus labios vueltos una línea recta con tal de no dejar escapar ninguna sola palabra.
Espera pacientemente a llegar a casa, a mirarlo a los ojos y terminar todo de una vez por todas.
Él no es un secreto que deba esconderse, él no es algo malo de lo que se deban avergonzar y aún así, ahí estaba, cuestionandose el porqué.
A su mente llegan diversas imágenes, memorias de sus mejores días.
Ambos jugando por la calle, sus miradas más brillantes que nunca.
Besos repartidos por la piel del otro, sonrisas complices y caricias que dejan con ganas de más.
Te amo dibujados, dedos entrelazados y una felicidad que nunca pensaron alcanzarían.
Pero todo duro poco, al salir de la habitación el único con una sonrisa amplia y las mejillas teñidas de carmín era él y entonces, sin notarlo, empezó a ser señalado.
Entonces Park ChanYeol se apartó de él como si un simple contacto los quemara.
Ya no hay bailes ni películas que terminen en besos, ya no hay juegos donde tocar al otro es el mayor objetivo, ya no hay miradas enamoradas...solo las hay durante la noche, solo entre sus cuatro paredes.
Y puede jurar que nunca en su vida ha sido cobarde, puede jurar que nunca había conocido a alguien tan cobarde tampoco.
Las palabras queman su garganta y cuando divisa la casa donde todos viven entonces toma impulso, sus pasos se vuelven ligeros y sus manos se empuñan aún más.
Pero entonces...al llegar a su habitación hay alguien tendido en su cama y todo su valor se desmorona.
Es tu última oportunidad.
Aquella voz en su cabeza le hace salir de su ensoñación e importandole muy poco lo que los demás digan, prefiere actuar sin pensarlo a tener que amar a escondidas a la persona más importante para él.
Es entonces que sus manos actúan más rápido que nada y de un segundo para el otro, sus labios acarician con fuerza los ajenos mientras los murmullos desaparecen lentamente.
Lágrimas de nuevo bajan por sus mejillas pero no importa, por una vez no estará limitado por puertas o paredes, por una vez en su vida reclamará a ese alto chico como suyo.
"¿Porque no puedo amarte fuera de casa? ¿Porque no puedo besarte en la calle?
¿Porque debo aguardar al interior de nuestra habitación para ser quienes somos?
¿Porque a pesar de todo no puedo dejar de ser tuyo?"
Los reclamos dejan a más de uno impactado pero no se atreven a hablar, es suficiente de críticas.
"Dices ser valiente pero fuera de casa solo somos un par de compañeros más, dices amarme pero más allá de la puerta tus ojos no se dirigen a mí en todo el día, dices tantas cosas que no en qué punto es mentira y en cuál verdad...pero yo...yo esta vez quiero que elijas"
El más alto solo deja que él se desahogué, que su corazón saque todo aquello que lo lastima, que por una sola vez puedan demostrar todo lo que sienten, sin restricciones, sin críticas y sin miedos.
"No voy a elegir...no porque todo termina perdiendo a tu lado, porque soy cobarde, porque soy mentiroso e hirientes contigo, porque soy el peor y aún así, sigues aquí...porque me amas tanto como te amo yo a ti"
Y las palabras llegan claras a los oídos del pequeño, su corazón late incesante mientras en sus labios se dibuja una tenue sonrisa.
"Fuera de la habitación y dentro de ella soy tuyo...como tú eres mío Do KyungSoo"
...
Y aunque las promesas se hicieron para romperse, aún KyungSoo puede observar a ese chico salir de la casa y sonreír a todos como si nada, como si noche a noche no compartieran algo más que caricias, como si al despertar no lo besara de la forma en que lo hace, como si no le hiciera el amor de la manera más hermosa de todas.
Y aunque el silencio es algo que formará parte del resto de sus vidas, al menos ahora sabe que una prueba está a simple vista, al menos ahora, aún si no puede gritarlo a los cuatro vientos, los te amo ya no están dentro de las cuatro paredes de su habitación.
KyungSoo sonrie y mira su mano, luego dirige su mirada a su lado observando la mano ajena sintiendo su corazón latir rápido, aquel anillo es la promesa que ambos hicieron.
Porque aunque no pueden decirlo al mundo entero, son uno del otro.
"Porque aunque no pueda decirlo al mundo...soy tuyo Park ChanYeol"
