bike boy 💫

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Lee Felix era de ese tipo de persona que no pensaba mucho las cosas antes de hacerlas. Siempre se guiaba por la emoción del momento, el subidón de adrenalina y las ganas de aventurarse a lo nuevo, sin importar que casi siempre la pasaba fatal. Mudarse no estaba en sus planes, pero cuando se dió cuenta de que había actuado por puro impulso, se encontraba listo para abordar el avión que lo llevaría lejos de la vida que solía conocer.

Un miércoles de Junio, el clima húmedo de Busan le dió la bienvenida. En qué pensabas… se decía así mismo mientras caminaba desorientado por un aeropuerto atestado de gente. A su vez, a pesar de que las multitudes estaban lejos de ser su cosa favorita en el mundo, había algo en la gente que le emocionaba y odiaba a la vez, que tenían el encanto de hacer sentir a Lee Felix tan enamorado como espantado.

No había un motivo sólido detrás de ese inesperado viaje que lo llevó a dejar su Australia natal para encontrarse parado en Corea del Sur en pleno verano. Cuando sus amigos le cuestionaron su decisión, por inercia respondió que la muerte de sus padres había tenido un impacto en él, aunque en el fondo sabía que mentía, fue convincente al explicarlo. Necesito cambiar de aire había dicho, aunque nunca lloró la muerte de sus progenitores. Los recuerdos que tenía con ellos casi no existían porque nunca estaban en casa o porque tenían cosas mejores que hacer y Felix era fiel creyente de que no se puede llorar ni extrañar lo que no conocía.

Simplemente una mañana se despertó cansado de respirar el mismo aire. Daba la casualidad que ese mismo día había perdido a sus padres en un accidente de auto y como resultado de la pérdida, obtuvo una herencia que lo mantendría fácilmente por un par de años. Felix lo consideró una señal del universo para irse sin más miramientos. Se le instaló en la cabeza que lo acechaban fantasmas que le robaban el sueño y esa fue toda la explicación que le dió a sus amigos cuando volvieron a insistir sobre su viaje poco planeado, porque no le creían la historia del sufrimiento por los padres perdidos "A ti te conocemos, sabemos que mientes" . La realidad era que desde niño buscaba su lugar en el mundo, y había veces en las que se despertaba sintiéndose un ser extraño. No se sentía cómodo ahí, ni en la casa de sus amigos ni en ningún rincón que Australia podría ofrecerle. Lo que no supo responder fue porqué precisamente Corea y porqué no otra parte del mundo.

Esperó pacientemente que le entregaran su equipaje. Llevaba sólo una maleta. Se preguntó en qué había pensado, qué se le había pasado por la cabeza para llegar a creer que aquello era buena idea y sobre todo, porqué no estaba pidiendo un pasaje de vuelta. Prefirió derrotar la inseguridad con implacable indiferencia, arrastró su maleta hacia afuera del aeropuerto, encontrando un taxi aparcado a unos pocos metros de donde estaba él, pensando en que sólo tal vez, aquel viaje no había sido tan mala idea.

Le comunicó la dirección al chófer, esperando que su coreano hubiera sido perfecto. Sonrió satisfecho cuando el conductor no le pidió que repitiera lo que había dicho como había ocurrido en otras ocasiones. Se dedicó a observar silencioso el paisaje que Busan le ofrecía; las calles atestadas de gente, en su mayoría niños, la sensación de ver el color naranja en todos lados, los gritos, los murmullos, el acento y los aromas que encontraba en cada esquina lo hacía sentirse extraño, mezclado con la excitación de conocer un lugar nuevo y el terror a lo desconocido. Quería acostarse con toda Busan y huir al mismo.

El taxi se detuvo en frente de una propiedad amarilla, con aspecto de tener más años de lo que aparentaba. Felix sacó rápidamente una foto del que suponía que sería su nuevo hogar, pero tal parecía, la foto había sido tomada varios años antes de que el tiempo la comenzara a destruir. Suspiró mientras le entregaba más dinero del que pedían y bajó con su maleta.

—Hogar, dulce hogar -susurró irónicamente mientras arrastraba la maleta por el pasillo que lo conducía a la puerta principal. La puerta estaba pintada de verde, aunque Felix pensó que ese color era debido a que la madera ya se había echado a perder. Tendría que gastar mucho dinero del que había recibido con la herencia para hacer de su nuevo hogar, un lugar más decente.

bike boy » chanlix [ONE SHOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora