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-¡JEON! -le gritó su amigo intentando advertirle de la pelota que se aproximaba a su cara.

Pero aunque le gritara con un megáfono él no le hubiera puesto atención gracias a la aparición de Park Jimin en la cancha de básquetbol. ¿Cómo era posible que desconectara todos sus demás sentidos solo para ponerle atención a aquel chico?

La pelota llegó hacia donde la mayoría de los testigos creían que llegaría: la cara de Jeon Jungkook. El impacto fue tan tremendo que cayó al suelo en conjunto a la pelota. Todos se reían de él, ya estaban acostumbrados a ese espectáculo cuando aparecía aquel individuo en la cancha.

-¡JAJAJAJA, AWEONAO! -reían sus amigos mientras le daban ánimo a la distancia para que se pusiera de pie.

Respiró hondo y se aguanto las ganas de llorar para levantar un poco su cabeza. Vio a todos riendo, todos excepto a Jimin quién estaba intentando socializar con uno de los haitianos del 4to medio de al lado.

—increíble, ni así puedo llamar su atención –pensó Jungkook observando al niño de ojitos achinados de quién estaba enamorado desde 1ro medio.

Digno se puso de pie tomando la pelota y lanzándosela al masisi que hablaba con Jimin. Jungkook creyó que al lanzársela fuerte, el haitiano no la alcanzaría a tomar o le caería en la cara. Pero lo que verdad pasó fue que la tomó con sus manos y sin ningún esfuerzo encestó a uno de los canastos que estaba más cercano.

-Masisi culiao -gruñó en voz baja.

Todos aplaudieron al compañero haitiano por sus habilidades en el básquetbol mientras que a Jungkook se le veía las arterias a un ritmo increíble por su rabia acumulada.

-¡Ese es mi próximo capitán de basquet! -exclamó Yoongi, el capitán actual del equipo de básquetbol que fantaseaba con llegar a ser entrenador de este deporte en cuanto saliera de 4to medio- Jungkook, deberías aprender de él.

Siempre lo comparaba con los haitianos, que eran mejor que él en el básquetbol, en el baile, hasta incluso eran mejor rapeando -claro que no sabían qué decían porque lo hacían en su idioma-. Lo que Yoongi y ninguno de sus amigos sabía era que él quería ser haitiano, o al menos de color para poder agradarle a Jimin quién era el amor de toda su enseñanza media.

Quiso agarrar su orgullo, metérselo en el bolsillo, tomar todas sus cosas e irse para su casa con el fin de encerrarse en su pieza mientras escuchaba y coreaba las canciones de Ed Sheeran con los mocos colgando pensando en que por más que se esforzara Jimin jamás le prestaría atención.

Sin embargo, todo su plan se fue a la basura en cuanto Yoongi se le acercó y se percató que le sangraba la nariz. Nadie lo hubiera molestado si hubiera sido producto de la pelota, pero ésta ni siquiera impacto con su nariz. Estaba sangrando gracias a la rabia provocada por el masisi.

-¿Te creís la Eleven de Stranger Things que sangrai por la nariz cuando te enojas? -reía el capitán de básquetbol que lo llevaba a los camarines para limpiarle la nariz.

No le importó mucho que lo molestara, él siempre se encargaba de hacerlo. Lo que si le molestó fue que lo informara a todo el equipo. Después hasta el masisi lo molestaba con que se creía Eleven.

En el camarín seguían las burlas y no solo de sus compañeros, también de su profe de educación física y los auxiliares que se encargaban de esa área.

-Mi niño, no se me enoje mucho que eso le puede causar grandes enfermedades. Aparte ya está sangrando por la nariz, para la otra quizás le sangre otra cosa -decía una viejita auxiliar que estaba a punto de jubilar.

-No se preocupe tía, yo me encargo de que no le sangre ningún hoyo -seguía Yoongi con la tontera mientras limpiaba con alcohol la nariz de su amigo.

-Eris como el pico, de verdad -respondió Jungkook mirándolo con cara de odio.

Corazón de Negro ; KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora