El Viudo Negro [YoonMin]

Capítulo 3

Después de que Jimin saliera de la fiesta, Yoongi decidió irse a su casa. Se despidió de sus amigos y se fue enseguida. Estaba frustrado, había perdido la oportunidad con aquel precioso omega, y eso había herido su ego. Una vez fuera, el alfa llamó a un taxi que lo llevó hasta su casa, no podía conducir ya que había bebido durante la fiesta.

Tomó las llaves de su casa y entró a ésta, dándose cuenta de su triste realidad: todas las noches llegaba a casa solo, dormía solo y despertaba solo. Quiso no pensar más en ello y se fue directo a la habitación, tratando de sacarse de la cabeza el delicioso olor y el hermoso cuerpo de aquel chico que llamó su atención desde el primer momento. Abrió el armario y buscó su pijama, se lo puso y se acostó, con la tierna imagen mental de un Jimin sonrojado antes de caer dormido.

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— Alfa, sigue... más duro, alfa~ — gemía el omega, que se encontraba tumbado en la cama debajo de Yoongi, con las manos enrolladas alrededor de los hombros del mayor.

— ¿Estás seguro, pequeño? — rió el pelinegro agarrando con fuerza las caderas del chico, embistiendo con más fuerza y a mayor velocidad.

— Síiiii~ — los gemidos del rubio se hacían más agudos conforme a la velocidad de las embestidas. El pobre Jimin estaba empezando a temblar, estaba cerca.

— ¿Quieres correrte, bebé? — preguntó el alfa burlonamente, ver a su pequeño retorcerse debido a la sobreestimulación le ponía demasiado.

— Sí, sí, sí~ — gritó el omega asintiendo enérgicamente con la cabeza. Se sentía en la puta gloria.

— Ruégamelo, gatito, demuéstrame cuánto lo deseas — susurró el mayor con voz ronca y jadeante en el oído de Jimin, tomando entre sus dedos la cabeza del pene de éste, evitando que pudiera correrse. El orgasmo de Yoongi estaba por llegar, podía sentir el cosquilleo.

— Por favor, alfa... Por favooor~ qu-quiero... Ah~ — jadeó el rubio, la velocidad de las estocadas disminuyó pero la fuerza con la que su alfa embestía era cada vez mayor. El mayor había encontrado su punto sensible, Jimin estaba tan cerca.

— Córrete para mí... — ordenó Yoongi soltando el pene de Jimin, haciendo que éste soltara un largo gemido y finas tiras de semen empezaran a salir una detrás de otra. Debido al intenso orgasmo, las paredes anales del omega se contrajeron, dándole aún más placer al pelinegro.

Yoongi estaba por dar las últimas estocadas cuando sonó el despertador...

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Su conocido y odiado tono de alarma inundó la habitación, devolviendo a nuestro alfa a la realidad, a su triste realidad. Yoongi se sentó en su cama observando con cuidado cada detalle de la habitación, deseando encontrar algún rastro de aquel precioso omega que lo traía loco. Evidentemente, no había nada fuera de lo común.

Se miró al espejo que había en la puerta de su armario, percatándose de su situación: estaba acalorado a más no poder, encorvado, con los ojos entreabiertos, el pelo despeinado y una gran erección que sobresalía por sus pantalones de pijama. "Qué lamentable", pensó.

Soltó un gruñido antes de levantarse de la cama y buscar ropa limpia y una toalla, pensando que una ducha tal vez le despejaría la cabeza en aquel día de resaca. Fue al baño y dejó la ropa y la toalla sobre el retrete, para proceder a quitarse el pijama y entrar a la ducha.

Cuando abrió el grifo, sintió el agua caliente fluir desde su cabeza hasta sus pies, relajándolo de golpe. Lavó su cabello con champú, trazando suavemente el cuero cabelludo con la yema de sus dedos. Tomó el gel y lo esparció sobre su mano, pasándola por todo su cuerpo, hasta que llegó a la zona de su pene. Acarició con suavidad desde los testículos hasta la punta, soltando un suspiro. Unos segundos después empezó a masturbarse. Cerró los ojos mientras pensaba en Jimin, en su carita inocente, su enorme trasero, sus bien ejercitados muslos, sus gruesos labios... Poco a poco, Yoongi aumentaba más y más la velocidad de su mano, soltando jadeos y gruñidos, hasta que después de unos minutos se corrió. Cuando abrió los ojos vió que tanto su mano como la pared de la ducha estaban llenas de semen. Río roncamente y limpió el desastre, dando su ducha por finalizada, pero la imagen del omega no salía de su mente.

Enrolló la toalla a su cintura y se acercó al espejo, el cual estaba empañado debido al vapor del agua. Pasó la mano por el cristal hasta que logró ver su reflejo. Su cabello negro y húmedo caía sobre su frente, sus ojos brillaban y una sonrisa adornaba su rostro. Qué extraño. Min Yoongi nunca sonreía.

Reza por tu vida, pequeño, porque esto va a acabar muy mal.

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Hello xd. He aquí su patrona cutelittleshit.

Findlass querías más de 700 palabras? Toma más 831 palabras. Ahre xd.

Vaya mierda de capítulo acabo de escribir JAJAJAJAJAJAJA, pero weno, algo es algo.

Ahora a ver lo que escribe la siguiente.

Chau~