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( ♡ )


Jaemin al instante sintió escalofríos por las frías manos que se pusieron en sus ojos.

─ ¿Renjunnie? ─ dijo el castaño medio susurrando.

Las suaves manos que antes estaban en su rostro se alejaron de este y sintió pasos detrás suyo, miró hacia el frente cuando notó que se sentaron a su lado. Suspiro y observó por un momento sus dedos temblando, jugó con ellos hasta que una dulce voz inundó sus oídos.

─ Pues claro, quien más podría ser ─ el pelinegro soltó una pequeña risa, Jaemin sonrió ─ Te he hechado muchísimo de menos ─ Renjun puso sus manos encima de las de el castaño ─ Ahora que volví no me voy a marchar nunca más de tu lado ─ su voz se quebró.

Jaemin alzó la mirada y por fin le miró, ese lindo rostro que según el ahora lo estaba más, tenía los ojos inundados por lágrimas que querían salir, inconscientemente miró sus labios y un lindo puchero se formó en ellos. El castaño quería besarle en esos momentos, pero al ver que una lágrima salía de los ojos de su hyung notó un nudo en su garganta. El menor apretó las manos del pelinegro entre las suyas y las miró, luego las separó y sin pensarlo dos veces abrazó a Renjun colocando su rostro entre el hueco del hombro y el cuello.

─ Te quiero mucho Renjunnie ─ susurró Jaemin cuando sintió sus lágrimas caer por sus mejillas ahora mojadas.

─ Yo también te quiero mucho Nana ─ el pelinegro acarició el pelo del menor, haciendo que notara de nuevo sus frías manos.

( ♡ )

Estuvieron en aquel banco sentados, hablando y riendo durante mucho tiempo, toda la tarde. Antes de que se fueran a casa Jaemin le dijo a Renjun que le llevaría a tomar un helado, sabía que al mayor le encantaban.

Caminaron hasta llegar a la tienda, donde pidieron sus helados y se sentaron en la mesa más alejada del lugar, eran los únicos allí, excepto una pareja.

─ Me gusta mucho el helado de aquí, tendremos que venir más seguido ─ comentó el pelinegro.

─ ¿Quieres volver mañana? Tengo el día libre ─ habló el castaño quien degustaba el trozo de hielo.

─ ¿Acaso me estas pidiendo una cita Jaemin? ─  Renjun dejó el helado para mirar a Jaemin quien río por como le miraba su hyung.

─ Digamos que si ─ sonrió ─ Entonces... ¿Que dices? ─ el menor término de comer.

─ Claro que quiero volver ─ sonrió el mayor que también terminó de comer.

Jaemin volvió a sonreír y miró hacia otro lado. Su mirada se fijó en la pareja que se encontraba en el lugar, el chico agarraba con una mano la mejilla de la chica mientras que ella agarraba la mano de el. El castaño pensó en Renjun y el así ¿Porque? Ni el lo sabía.

Por otro lado estaba el mayor, que miraba enternecido al menor. Sonreía al mirarle tan pensativo y sonriendo, pero al pasar los segundos se dio cuenta de que llevaba mucho tiempo sonriendo, miró en dirección a donde miraba y sonrió, volvió a mirar al castaño y para que reaccionara agarró su mano y con el dedo pulgar comenzó a acariciar sus deditos y manitas. Jaemin miró sus manos aún sin quitar su sonrisa de la cara.

─ Quizás deberíamos volver ya a nuestras casas, se está haciendo algo tarde ─ habló el pelinegro, el menor negó.

─ No, me quiero quedar más tiempo contigo ─ hizo un puchero y Renjun suspiró.

─ Yo también Nana... ¿Quieres que te acompañe a casa? ─ miró a Jaemin y medio sonrió.

─ ¿Y porque no te quedas a dormir? A mi madre no le importará, así podemos venir a desayunar aquí ─ al castaño le brillaron los ojos por un momento.

─ Pues no lo había pensado, pero no quiero ser una molestia ─ el mayor suspiro y apartó la mirada mirando el suelo, el menor se puso serio.

─ Tu nunca serás una molestia Renjunnie ─ Jaemin seguía mirando al chino.

─ Entonces... ¿Puedo? ─ el pelinegro hizo una mueca volviendo a mirar al contrario.

─ Claro que puedes ─ sonrió y agarró la mano de Renjun ─ ¿Vamos? ─ dijo sin quitar la sonrisa de la cara.

─ Vamos ─ sonrió también y se levantaron dirigiéndose a la casa de Jaemin.

( ♡ )

Llegaron a casa del castaño y Renjun miraba todo su entorno sorprendido.

─ Hacía mucho que no venía a tu casa, la echaba de menos, igual que a ti ─ el menor sonrió y colgó las chaquetas de ambos en el perchero de la entrada de su casa.

─ Yo también te echaba de menos ─ se dio la vuelta y se acercó a su hyung, puso una mano en su mejilla y le miró.

Y de nuevo esas ganas de besarle volvieron.

te amo ; renmin ! canceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora