She will be mine

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Parecía que aquel día iba a ser como cualquier otro día en Miami, ya saben, el sol estaba en lo más alto y había caído una que otra gota sobre el recién cortado pasto de la cancha de fútbol, la cual había sido utilizada hace poco por el equipo de fútbol americano y faltaban algunas horas más para que fuera utilizada también por el equipo de porristas.

 

El olor a café salía desde la sala de los profesores haciendo que más de uno se acercara a la cafetería a servirse una taza y así darles algo de energía al resto de lo que quedaba de la jornada estudiantil, ya que, no nos digamos mentiras, tener que educar a no solo uno, ni dos adolescentes sino a más de cien, con hormonas alborotadas y la rebeldía característica en su edad no era nada fácil, así que ¿Una ayuda de más no hacía nada mal, verdad? Y el café era el mejor amigo y remedio para ello, podía tranquilizar y volver activo a cualquiera.

 

En la misma sala de profesores se llevaba una escena concurrente, los profesores platicaban entre sí sobre sus materias, los alumnos, los libros y los hogares de cada quien, creando así uno que otro chisme.

 

Los estudiantes era otra cuestión que no era ninguna sorpresa, estaban en su amado descanso o recreo como quieran llamarlo, la parte del día en que por una cantidad determinada de tiempo podían olvidarse de todo, contar los chismes del día, quien salía con quien, cuales parejas habían terminado su relación. Los vestidos que traían sus compañeras era el tema favorito de las mujeres y el juego de béisbol que había pasado ayer en la tele era el tema favorito de los hombres.

 

Todo tal y como solía verse de costumbre. Los estudiantes estaban esparcidos en aquel patio de cemento que utilizaban para comer por las múltiples mesas que había alrededor. Ally, Dinah y Normani hablaban tranquilamente en una de ellas, como solían hacer casi siempre, comentando acerca de las nuevas canciones y dando a elegir entre sus favoritas. Aún no sabían dónde se encontraba Lauren, muy seguramente con Alexa, después de todo era sabido que no era de estar mucho con ellas si a su lado estaba su mejor amiga, casi su hermana.

 

— ¿Creen que esta vez le dirá que sí? — Preguntó Ally en un “casi” susurro, el cual fue escuchado por dos mesas más allá en donde se encontraban sentadas.

 

— Sería la primera vez que aceptaría si eso pasa, jamás ha salido con ella. — Los murmullos empezaron a sonar por varias mesas por culpa de la más pequeña y su imprudencia al hablar.

 

— Vamos, se verían bien juntos. — Murmuró otro, si querían privacidad era algo que no tenían, pues varios pares de ojos se habían plantado a ver a ellos dos, aunque parecía que ninguno se había dado cuenta de ello o sino, de seguro hubiesen elegido un mejor lugar, uno más privado para hablar.

 

Dinah hizo una pequeña mueca con el labio tomando a Normani que se encontraba a su lado, dando la vuelta para que se encontrara con ella por unos segundos, aunque también había caído víctima por los murmullos. El colegio solía ser un mundo de muchos rumores, chismes mal dichos, comentarios de aquí para allá y en estar pendiente de cada cosa que pasaba que podía dar para hablar y obviamente, este era uno de los casos.

 

— Vamos chica lista, sé que puedes leer los labios y esta mujer no puede esperar más tiempo para saber qué es lo que pasa.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2014 ⏰

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