Prólogo

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"Supongo que este es el fin para mí...." Daniels sabía que iba a morir, ya estaba demasiado inconsciente como para poder hablar en voz alta, o incluso el poder levantarse, aunque sea estar sentado; del techo caían gotas de lluvia filtrandose desde la azotea, solo había un foco encendido en medio del cuarto, no había ninguna cama, ni sillas, ni mucho menos cortinas, ya era de noche y la luz de la luna iluminaba el cuarto vacío donde se encontraba Daniels.... Habían pasado 5 semanas desde la última vez que vió a Madelen, ya no se acordaba de su rostro, no podía identificarla aunque estuviera a escasos metros de distancia, la última vez que estuvo con ella fue en el momento en el que todo cambió, cuando las esperanzas y los sueños que tenían se derrumbaron sin dudarlo, comenzando una gran y ferozmente guerra la cual no se sabe si algún día acabará en paz y tranquilidad....
Tirado en el suelo, con cortadas en ambos brazos y piernas, moretones en el torso, sangre seca por toda su ropa, tosiendo y escupiendo las últimas gotas de sangre que le quedan en el interior, ya no aguantaba seguir así, no había manera de que alguien lo llegase a encontrar, estaba a miles y miles de millones de kilómetros de distancia de su lugar natal, la Tierra.... Desesperado, con el corazón latiendo desenfrenadamente, intentando sobrevivir, era una verdadera lucha contra la muerte, aunque él mismo ya sabía quién iba a ganar, y quién iba a perder, si seguía luchando podrían haber esperanzas de que alguien llegase a buscarlo, pero esas esperanzas estaban muy lejos de donde quería alcanzar.

-¡¡¡ Daniels !!! ¡¿Dónde carajos estás Daniels?!

Se oyó una voz familiar, una voz que iluminó el vacío que Daniels tenía por dentro.... Frenéticamente intentó levantarse, pero su cuerpo lo impedía, obligándolo a quedarse en el suelo, pero solo una cosa no lo impedía, y era el gritar....

-¡¡¡¡ Acá estoooooy !!!

Gritó con todas sus fuerzas, ignorando las graves consecuencias que estaban por venir al haber gritado tan fuerte, un dolor agudo atravesó el pecho de Daniels como flecha, obligándolo a retorcerse hasta quedar como un ovillo, esperando a que su grito, su llamada de auxilio le llegase a ésa persona que andaba afuera del cuarto....
Momento después de haberse ido el dolor, pudo arrodillarse con la poca fuerza que le quedaba, esperando a su salvador, el cual, sorpresivamente pateó la puerta del cuarto rompiéndose al estrellarse al suelo; una luz iluminó el cuarto por completo, dejando ciego al pobre que estaba arrodillado....

-Oh dios mío Daniels.... que.... que.... ¿Qué te han hecho?

Dijo una persona que estaba en el marco de la puerta, esa persona estaba llena de sangre en los brazos, cargaba una pistola en su bolsillo derecho y un cuchillo en la mano, su ropa estaba desgastada, manchada por el humo, la sangre y el sudor, probablemente se topó con enemigos en el camino....
Rápidamente se acercó a Daniels saltando la puerta en el suelo, agarró al pobre que estaba de rodillas y lo acostó al suelo mientras buscaba en su mochila un termo con agua, y se lo dió en la boca al pobre en el suelo; después de haberlo hidratado, lo trató de levantar, el cual ya no era imposible debido al exceso de agua en el interior de Daniels, esa persona cargó a Daniels en el hombro y lo puso de pie....

-Daniels, oh dios, Daniels....

Esa persona comenzó a llorar mientras cargaba al hombre medio desmayado; las lágrimas se escurrían por toda la cara, llenando el suelo cubierto de sangre en gotas puras, esas mismas gotas tenían un significado.... Había encontrado a su amigo después de haberse separado en 5 semanas.

-Daniels, ¿Te acuerdas de mí verdad? Soy yo, Madelen.... vine a salvarte....

-*cof cof* ¿Quién.... eres?

Esas 2 palabras fueron las únicas que llegaron directo al corazón de la persona, sintió cómo un gran peso le estaba aplastando el corazón, comenzaron a salirle lágrimas de nuevo, pero esta vez de tristeza, y no de alegría....

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