Parte II

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Una noche.

Solo necesitaba una noche con Ji Ah.

Eso era lo que pensaba antes de estar con ella, me encantó la manera tan apasionada que respondió a mis caricias, el dulce sonido de sus gemidos, su manera de mirarme. Entendí que una sola noche no sería suficiente, tenía que decírselo, sabía que lo estaba sintiendo iba más allá del deseo.

Abrí los ojos y la busqué con la mirada, ella no estaba, su ropa tampoco, me dejó solo. Me levanté de la cama y busqué una nota o algo que no me hiciera sentir utilizado pero no había nada.

¿Acaso me equivoqué? ¿Malinterpreté las emociones en sus ojos?

Sé que fui yo quien dijo que solamente estaríamos juntos una noche pero no esperaba experimentar emociones como aquella, ni tampoco que ella me dejara así.

Aun puedo recordar el día que la conocí, acababa de cambiar de agencia, me ofrecieron un contrato que era imposible rechazar. Tenía que conocer a todos los directores de la empresa, organizaron una junta con ese propósito.

Entré a la sala de juntas y lo primero que llamó mi atención fue una hermosa chica sentada al lado de uno de los directores, pensé que era una de las integrantes de la agencia, cuando dijeron que era asistente del señor Han, el director musical, me sorprendí.

Me llamó la atención el hecho de que parecía ser muy tímida, cuando nos presentaron lo comprobé, la llamé preciosa y ella se sonrojó de inmediato. Después desapareció, me pareció dulce desde el primer momento en que la vi.

Me considero un hombre atractivo, no lo negaré pero no esperaba provocar semejante reacción entre las chicas de la agencia, en menos de dos semanas al menos diez chicas me habían invitado a salir, otras se me habían insinuado y una, realmente atrevida, casi se desnuda en mi oficina. Lo más triste de todo es que la única que quería que apareciera no lo hizo; Ji Ah me trataba como alguien más en aquella empresa.

Después de la chica desnuda decidí dejarles claro a todas las chicas de la agencia que no saldría con ninguna de ellas, detuvieron sus avances conmigo dejándome más tranquilo.

Ji Ah, aquella chica hermosa que parecía no darse cuenta de su belleza, me robaba el pensamiento, no podía invitarla a salir porque mi regla de no citas con alguien del trabajo se vería arruinada y todas irían detrás de mí.

De pronto la oportunidad perfecta para conocerla llegó, tenía que ir a Jeju por una semana a arreglar muchas cosas respecto a mi nuevo disco. Necesitaba una asistente, ¿quién mejor que ella?

Me dirigía a la oficina del señor Han cuando la vi frente a la copiadora, parecía estar inmersa en sus pensamientos, de pronto se rio y ese sonido me llenó de felicidad, hablé con ella unos segundos, estaba roja y casi no me miraba a los ojos.

¿Por qué se ponía así en mi presencia?

En ese momento una idea cruzó mi mente, tal vez yo le gustaba, ella se alejó en cuanto yo recibí una llamada, la detuve porque necesitaba hablar con su jefe, ni siquiera la toqué directamente y el tacto de su brazo en mi mano me hizo desear muchas cosas que no estaba preparado para sentir. Entré al despacho aun nervioso por lo que acaba de suceder. El señor Han me recibió con una sonrisa.

-In Guk, que gusto verte. ¿A qué debo tu visita? -preguntó sentándose frente a mí.

-Quiero pedirle prestada a su secretaria por unos días.

-¿A Ji Ah?

-Exacto. Necesito ir a Jeju por una semana y me gustaría tener una asistente para que me ayude a coordinar algunas cosas. Ji Ah es perfecta, sé que es una gran trabajadora por eso me he atrevido a pedírsela, si usted no la necesita, claro está.

Tonight (Best You Ever Had)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora