La chica de ojos morados

Capítulo 3

Me llamo Laura, tengo 13 años y soy una niña muy especial, aunque la gente me trate mal solo por tener los ojos de un color inusual, un precioso color morado.

A días de hoy, ya no recuerdo casi nado sobre mi pasado, lo único que me queda es mi gato, el Señor Medianoche, aunque siempre le llamo 'tito, que es la abreviatura de gatito.

Vivo en un orfanato desde los 3 años, según me cuentan mis cuidadoras, todas són muy amables, pero la directora del orfanato es muy mala con todos los niños.

Me termino de arreglar para ir hacia el instituto, a soportar otro día de burlas e insultos por parte de los alumnos que allí estudian y de algún que otro profesor.

Como todos los días al finalizar las clases me fui a la biblioteca a leer libros, me encantan los libros de fantasía, siempre reviso los armarios con la esperanza de, algún día, entrar a Narnia.

Me gusta mucho escribir e imaginarme mis propias historias.

-Oh no, me he entretenido mucho, voy a llegar tarde y me regañará la vieja bruja.

Corrí y corrí hacia el orfanato, siendo casi atropellada, llegué a mi destino.

Por desgracia ahí estaba la bruja.

-¡¡Porque has llegado tarde!!

Me gritaba ella.

-Lo siento, estaba en la biblioteca, se me pasó el tiempo y...

Una bofetada aterrizó en mi mejilla, como defensa, apareció mi gato, arañándole los pies para que pudiéramos salir corriendo los dos, así que eso hicimos.

Corrimos a la habitación y como siempre, la bruja maldecía la existencia de mi gato, al que yo, con una pequeña paga por hacer tareas en el orfanato, le pagaba la comida cada mes.

Por debajo de mi puerta, María, mi cuidadora, me pasó un papelito, diciendo que abriera la puerta, porque encontraría un bonito regalo.