1-.Comapeñero de asiento.

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Pov Ming Hao.

Era un viernes por la tarde, entre las 5:30 y 6:00 pm, no recuerdo bien la hora.

Tomé el autobús, que abordaba siempre al salir de la escuela. Agradecí internamente que éste no demorara. La lluvia comenzaba a caer, mí día ya había sido una mierda, y empaparme no haría que mejorara en absoluto.
Caminé hacia el fondo del autobús y tomé el penúltimo asiento, me pegué a la ventana y coloqué mí mochila sobre mis piernas por si alguien quería sentarse a mí lado, aunque ciertamente ahora que lo pienso, aquel día el autobús estaba casi vacío.

Conforme mas tiempo pasaba la lluvia aumentaba, podía oír los truenos prominentes, y las pequeñas gotas rebotando en el techo del autobús. Observaba por la ventana a la gente huir rápidamente, nadie quería correr el riesgo de pescar un resfriado. Estaba concentrado en la lluvia cuando el autobús se detuvo, era la primer parada que hacía desde que subí, algo que me pareció extraño, pero preferí no cuestionarme nada al respecto. La puerta se abrió, y un chico entró, estaba empapado, la manga de su camisa goteaba, sus zapatos hacían un extraño chillido cada que avanzaba, y su cabello estaba completamente peinado hacía  atrás, sin embargo eso no impedía que pequeñas gotas de agua bajaran por su cabello, orejas y nuca.

Mientras lo veía avanzar, algo dentro de mí rogaba que se sentara frente a mí, quería observarlo más a detalle, cómo si de una obra de arte se tratara, quería saber a que olía, e incluso que marca era esa espantosa camisa que portaba. No obstante, no fue así, él no se sentó frente a mí, ni atrás tampoco, si no a mi lado, en el mismo asiento que yo.

Lo miré extrañado, había otros asientos completamente solos, ¿por qué sentarse en uno compartido?

—Hace frío— Exclamó, para después sonreír.

No contesté, sólo lo observé por minutos, cualquier persona se hubiese sentido incomoda, pero él  me respondía con sonrisas.
Sus ojos eran hermosos, su cara, su voz, su sonrisa...
Aún ahora no puedo explicar lo que sentí, no fue un flechazo, no fue amor a primera vista, no fue gusto... Porque desde la primera sonrisa que me regaló, sentí deseo de destruirlo, quería ver esa sonrisa convertida en lágrimas, quería amarlo y que ese amor lo quemara, lo consumiera a tal grado, que se volviera dependiente de mí, que nunca más en su maldita vida, volviera a regalarle una sonrisa como esa a alguien, quería que me perteneciera en todos los aspectos posibles, quería sentirme dueño de él...porque desde la primera vez que me sonrió, ya lo odiaba y a la misma vez lo deseaba.

—Si me tomas una foto, durará más— exclamó, alzando una ceja, y con una sonrisa de burla.

—Si te tomo una foto parecería un acosador— Miré a la ventana avergonzado.

—¿y mirarme así no es acosar?— Alardeó orgulloso.

—Tienes un grano en la frente.

—Mentiroso.

—es verdad.

Levantó una ceja y río descaradamente, que ganas tenía de golpear a este idiota.

—Tsk, imbécil.

—JunHui, Wen JunHui, ese es mí nombre— habló, mientras sacaba una hoja de su bolsillo izquierdo y anotaba algo ahí —Toma, es mí número telefónico — extendió su mano, entregándome el papel y sonrió de nuevo... ¡Maldita sea!

—¿y quién te dijo a ti que yo quería tu número?— pregunté dejando su mano colgada.

—Todavía que te ahorro la vergüenza de pedírmelo— negó con la cabeza —tarado.

Le arrebaté el papel, y lo coloqué en un compartimiento de mí cartera. —que quede claro, tomo tu numero por educación — mentí.

Tomé mí mochila, la coloqué en mi hombro y me dispuse a acercarme a la puerta del autobús, pues estaba a escasos minutos de llegar a mi destino.

—¿A dónde vas?, venga que si no quieres mí número no tienes que huir, sólo tiras el papel después — refutó confundido

—Ming hao, Xu Ming Hao, ese es mí nombre, y aquí bajo.











( 💫💫 ) ;

espero les haya gustado, quizá le edite algo después, pero la idea principal será la misma.

inquina (junhao) ; 俊豪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora