Capitulo 2

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Habia llegado ya la noche. Volvió a su casa cerca de las 11 de la noche, por lo que debía irse a dormir temprano, o al menos intentarlo, para no quedarse dormido durante las clases. Apenas llego, tiro su mochila con su ropa deportiva al lugar mas recóndito de su habitación, y fue a su armario a buscar su ropa de dormir.

Hecha esa titánica tarea, se acostó. Su cuerpo sintió el cansancio del partido en el que había hecho acto de presencia horas antes. Busco su celular, olvidando el hecho de que estaba en su mochila, que instantes antes había tirado vaya a saber donde. Se maldijo por dentro.

-Si no encuentro esa cosa, mañana no me despierto...- dijo tratando de justificar si era importante en este momento su teléfono.

Unos 2 minutos habrán pasado hasta que por fin lo encontró. Mientras volvía a acostarse, al desbloquearlo, vio que tenia notificación de mensajes sin leer. Hasta que vio que del Whatsapp, había un mensaje de Serena que él no había leído. Es decir, estaba leído, pero él no recordaba haberlo hecho.

-¿Como...?- trato de buscar una explicación. Hasta que encontró una respuesta.

Revolviendo sus recuerdos, encontró la causa, o mas bien la persona, que había hecho eso. Todo sin mala intención claro esta, ya que él también abría y contestaba los mensajes de ella. Pero esta vez , sin saber porque, le molestaba el hecho de que ella lo haya hecho, sin siquiera decirle o haberle avisado cuando se había ido.

Ahora bien, se encontraba en una disyuntiva. Era mas que claro el hecho de que había quedado como un sujeto que abrió el mensaje, lo vio, lo leyó, y mas encima no contesto. ¿Que clase de persona podía considerarse?

De acuerdo, era una exageración. Pero de todas maneras, no quedaba muy bien que se diga.

¿O si?

Para pensar con mas calma, se acostó en su cama. Como era costumbre, su mascota (una gatita de apenas 3 meses) salio de la nada y subió a su cama, lista para dormir con él. Acá encontró su respuesta: lo dejaría en manos de su gata. 

Bueno, por mas raro que suene, lo único que haría era acercarle su mano. Si ella lo lamia, entonces iba a llamarla. Caso contrario, iría a dormir.

-¿Que decides?- viendo como su mascota lo iba mirando fijo. 

Pasado pocos segundos, la gatita no solo lo lamió, sino que empezó a jugar con su mano. Debido a que sus dientes no estaban tan desarrollados, no era tan doloroso que lo mordiera.

-Bueno...no me queda otra- mientras buscaba el contacto de Serena.

Uno.Dos.Tres.Cuatro. Y antes del quinto sonido, del otro lado contestaron. El corazón, que parecía que se iba a salirse de su pecho por los nervios, empezó a tranquilizarse.

¿Porque tan nervioso?

-¿Satoshi? ¿Sucedió algo? - pregunto sorprendida.

-Ehh no...¿debía pasar algo? - pregunto el azabache tontamente.

-Y...¿porque llamas? Digo, no me molesta que lo hayas hecho pero...- trataba de justificarse la pelimiel.

-Si...sobre eso. Sucede que...recién vi que me habías mandado un mensaje...por eso llame- contesto por fin él.

-Pero...eso fue a la tarde -dijo riendo- Ademas, habías leído el mensaje ¿no? -pregunto, un poco molesta, para que negarlo.

-Bueno...respecto a eso, ¿recuerdas que hoy me fui antes de lo previsto? - 

-Si...- dijo viendo a donde iba a llegar.

-El mensaje lo leyó mi mejor amiga - dijo, tratando de sonar normal.

Solo una oportunidad (amourshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora