Salió de la nada un león. La cara de todos, y la mía a la vez, expresaba miedo y sorpresa. Los espectadores, que se sentaron en la grada minutos antes de salir el león, aplaudieron y sonrieron como si no supieran que éramos humanos y pensaran que fuéramos juguetes.
El león hizo su primer movimiento contra el hombre al lado de Samuele. Era castaño con ojos color verde azulado, no muy alto y flaco. Al segundo movimiento el pobre hombre fue asesinado por la bestia de color negro. Todos lo presentes espectadores, orgullosos, aplaudieron y gritaron Andrea, el cual se sobre entendía era el nombre del animal.
Samuele era el único de nosotros el cual mantenía la compostura, el no tenía miedo a la muerte, pero, ¿acaso yo le tenía miedo a morir?¿tenía derecho a otra muerte que no fuera a manos del mas fuerte?¿podría aguantar más en esa celda torturándome hasta que muera?
Saque valor agarre mi arma y mate a Andrea con venganza, planteándome todas las preguntas que me rondaban en la cabeza.
Poco después me di cuenta de que un emperador aceptaba la victoria con el dedo pulgar hacia arriba.
Un hombre al minuto de que esto pasara, levantó mi mano y gritó: -este es el campeón del duelo de hoy con la casi milagrosa cifra de un muerto. Hoy tendrá el gran honor de salir por la puerta grande de aquí. Es el único voluntario que ha sobrevivido ha Andrea-al oír voluntario el tiempo se paró por un momento en la mente y vi que en mi armadura había el escudo de los voluntarios. Sabia que era un tipo de espectáculo con muchas manchas de corrupción, pero ¿llamar a un esclavo voluntario?
