Maia

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Últimamente las misiones en el trabajo han sido constantes y ser la única mujer en el equipo no siempre beneficia. Me encanta mi equipo y ellos me apoyan a mi, pero a los ojos externos de la sociedad soy lo que algunos llaman el "punto débil" del equipo, un lastre. Lo que esa mayoría no sabe es que le pongo el mismo esfuerzo o incluso más que cualquier hombre de mi unidad, estoy harta de que algunas veces no se valore mi trabajo por el simple hecho de ser mujer. Aunque lo que si puedo asegurar con toda firmeza es que tengo un equipo que siempre me ha apoyado y acompañado tanto en mis victorias como en mis derrotas, gracias a ellos estoy donde estoy hoy, he crecido como persona y doy gracias por tenerlos a mi lado. Pertenezco a una unidad del FBI.

Hoy ingresó un nuevo compañero al grupo, por ahora conozco poco de él, solo se que se llama Tim Street. Nos llamaron para una misión, un tiroteo con rehenes en un banco; nos preparamos para salir y a mi me tocó con el nuevo, al llegar allí quedé sorprendida con la magnitud del asunto y además tenia que aprender a confiarle mi vida a un nuevo compañero que casi ni conocía...nada mas llegar preparamos la táctica que usariamos y finalmente tras horas y horas allí logramos superar la misión con éxito y salvar a los rehenes. Tras unas cuantas felicitaciones volvimos al cuartel donde decidimos salir a celebrar la victoria y de paso la bienvenida del nuevo; fuimos al bar de siempre y pedimos una ronda de chupitos en honor al recién llegado. Como era costumbre le tocó presentarse.

— Bueno, empezaré por lo que ya sabéis, me llamo Tim y tengo 25 años. Soy de Chicago y perdí a mi madre a los 8 años. Mi padre desapareció cuando nací y desde entonces no le he vuelto a ver. Pasé casi toda mi infancia lidiando con una casa de acogida tras otra hasta que a los 18 pude independizarme y reconozco que tuve varios problemas con la ley. Vivo sólo y tengo dos mascotas.

— Es una historia conmovedora - dijo Tyler.

— Reconozco que es triste, pero nunca me ha gustado que por ella la gente me tenga pena o me beneficie de algún modo en cualquier aspecto. Todo lo que he conseguido me lo he labrado con esfuerzo y así va a seguir.

— Bueno bueno, dejemos lo triste a un lado y empecemos a divertirnos - dije.

— ¡Yo invito a la primera ronda de chupitos! Pero mañana trabajamos así que nada de borracheras - como no, nuestro sargento siempre tan atento.

Al final acabamos hablando más que bebiendo; nos contamos las vivencias de la semana, un poco del día a día y seguimos conociendo algo más al nuevo. Por ahora parecía buena persona pero yo no cojo confianza tan rápido, todavía tendría que pasar tiempo y varias cosas para que lograra confiar del todo en él. Se hacia tarde así que decidí volver a casa, me despedí de todos y fui hasta mi coche. Pero lo que menos me esperaba sucedió, Street me siguió hasta mi coche, pensaba que me habría olvidado algo en el bar, pero no fue eso para nada...

— Hey, se que no es el momento ni el lugar, pero quería hablar contigo un momento a solas. Se que todavía no te fías del todo de mi y es normal, pero espero que en el tiempo que estemos de compañeros podamos lograr una buena relación.

— No te lo tomes como algo personal, siempre he sido muy desconfiada con la mayoría de las personas. Me toma mi tiempo confiar en ellas - le dije.

— No te preocupes, es entendible. Cada quien ve las cosas de una manera y actúa así como lo cree conveniente.

— Gracias por entenderlo y ya me tengo que ir, hasta mañana.

— Hasta mañana.

Cuando llegué a mi casa me quedé un momento pensando en lo que me dijo Tim. Se que desde fuera puedo parecer demasiado dura, pero en realidad tengo una parte frágil debajo de toda esta coraza que me formé para que ciertos comentarios acerca de mi profesión no me afectaran.

Sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora