Mi vecino psicópata O.S ||Joerick||

única parte.

«Joel 23 años, Erick 20 años»

Joel era el vecino perfecto, cualquier persona quisiera tener a un vecino así, siempre muy amable y atento con todos, los saludaba y sonreía amablemente, les preguntaba cómo estubo su día, o como les fue en sus trabajos. Siempre interesado en el día a día de las personas que viven cerca de él, no una persona chismosa, una persona agradable.

Pero había uno en especial, uno que llamo su atención desde el día en que llego; lo quería, pero lo odiaba.

Erick, un joven que se mudó a la casa de al lado hace aproximadamente diez meses.

El físico de Erick era perfecto, piel media morena, más bien un poco bronceada, ojos color verde esmeralda hermosos, delgado, un poco alto pero no más que Joel, unos labios muy rojitos, y un poco inchados.

─buenos días Erick, ¿Vas al la universidad?

─buenos días Joel, sí voy a la universidad, la verdad no tengo muchas ganas de ir pero pues ya, tengo qué.

─eso, hay que estudiar. ─dice Joel caminando a la cerca que tiene en su jardín. ─¿Quieres un chocolate? Tengo de tus favoritos. ─dice Joel esbozando una tierna sonrisa, a la cual Erick no se podía negar, se veía tierno.

─¡claro! ¿Por qué no?

─bien, espera aquí, los tengo en mi casa. ─Joel entro a su casa y después de unos segundos salió con una pequeña bolsa de una cantidad variada de dulces. ─escoje los que quieras tengo varios, ahí también hay de los chocolates que te dije.

─gracias Joel, eres muy amable. ─dice escojiendo una paleta de fresa y un chocolate. ─bien, me tengo que ir, se me hace tarde.

─bien, corre porque luego no te dejan entrar.

─adiós Joel, y gracias.

─Por nada pequeño.

Erick salió casí corriendo de ahí, ya que se le hacía tarde.

~~~

Joel parecía una persona muy amable, y así lo era, pero nadie sabía de la enfermedad mental que padecía, todos creían que era el vecino perfecto, que saluda a todos y regala dulces, ya que era bastante joven y su apariencia no lo hacia lucir mal, transmitía una buena vibra, y confianza.

─hola señor José ¿Cómo le ha ido? ─preguntó Joel a la persona de la tercea edad que pasaba justo por su casa mientras él regaba el sesped.

─muy bien —respondió el señor amablemente. ¿y a usted, joven?

─bien gracias ¿quiere que lo acompañe a su casa? ─preguntó Joel cerrandiomla llave de la manguera.

─pues si no es molestia, sí por favor. ─respondió el señor del bastón.

─claro que no es molestia, lo llevaré a su casa. ─dijo el rizado y salió de su casa para tomar al señor del brazo derecho y ayudarlo a caminar hasta su casa.

~~~

Todas las noches Erick entraba a su casa, se bañaba, sepillaba sus dientes, se ponía su pijama e iba a la cama.

Nunca se imagino que su vecino, siempre, todas las noches entraba por la chimenea y lo espíaba miéntras dormía.

Siempre imaginaba la manera perfecta en que podría matar a su vecino, aún no sabía cuál era, porque todas las maneras eran perfectas, pero encontraría una especial, ya que por su mente pasaban miles de maneras.

Lo ama, pero lo odia por no poder tenerlo. ¿por qué? son más fuertes sus ganas de martarlo que de amarlo.

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Lleva casí un año y cinco meses espiandolo mientras duerme, una noche, Erick dejo la puerta abierta por accidente, lo cual se le hizo a Joel muchísimo más fácil para entrar.

Erick nunca había sentido esa sensación de ser vigilado.
Pero esa noche Joel se tropezó y provocó un ruido, el cual hizo que Erick se espantara y salió de la habitación.

─¿Quien anda ahí? ─preguntó Erick, pero no recibio respuesta.

Joel.

Durante una hora completa no moví ningún músculo de mi cuerpo, para no ser atrapado, obviamente.
Después de un tiempo, Erick salió de su habitación a la cocina, pero escuché un ruido muy grande, como si alguien se ubiese caído.

Entonces fui, y lo ví ahí, en el piso con vidrios en su cuerpo, y un poco de sangre. Mientras caminaba a su habitación con un vaso de agua, tropeso con un juguete del niño al cual cuidaba por las tardes.

En ese momento sentí ganas de llorar, pero no por Erick, sentí ganas de llorar de el coraje que tenia.

Tenía demasiado coraje, llevaba casí un año y  medio pensando en millones de maneras para asesinarlo. Tal vez estaba inconciente pero no desaprobecharia esta oportunidad.

Así que lo que hice fue tomar un cuhillo de cosina y empezar a descuartizarlo yo mismo.
Quería sentir esa sensación de saber que yo mismo lo mate.

Justo cuando termine escondí sus pesados debajo de unas maderas de su piso.

~~~

Pocos día después unos oficiales se encontraron afuera de mi casa, preguntándome cuando y a qué hora fue la última vez que lo ví.

Muy relajado, dije que él había salido de viaje, y me dejó las llaves de su casa para cuidarla, ya que no tiene familia aquí.

Los policías no muy convencidos asintieron, yo estaba relajado y tan seguro de que me decise de cualquier prueba que me delatara, así que con esa relajación invite yo mismo a los oficiales a pasar a la casa de Erick, para que se fueran sin nada de pruebas.

Fue lo que pasó, no encontraron prueba alguna. Tranquilo caminé a la salida, pero recordé esa noche, la sangre de aquel muchacho ojiverde, por todas mis manos y camisa. Se sentía tan bien.

Comencé a reir por lo que recordé, a lo que los oficiales me miraron confundidos. Sentía culpa, pero a la vez me sentía tan bien.

─yo lo asesiné. ─confesé. ─su cuerpo está justo de esas maderas de piso, ahí escondí su cuerpo cuando terminé de pasar el cuchillo de cocina por todo su cuerpo, lo corte en pedacitos y escondí ahí. después le dije a todos los vecinos que me preguntaran por él, que salió fuera del país. ─dije con una sonrisa mientras confesaba todo.

Y sin más tomaron mis manos y las esposaron, subiendome a la patrulla. No sé que procedadespués de esto, tal vez muera dentro de la carcel por la cantidad de asesinatos que cometí a lo largo de mi corta vida de veinte tres años.

Ahora dime tú ¿Aún confías en tu vecino amable, ese que te saluda todos los días y te regala una hermosa sonrisa?  ten más cuidado cuando tu vecino quiera regalarte una de tus chocolates favoritos. 

FIN ALV

─joerickgmz.