No te preocupes

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Pasaron los días luego de aquel "accidente" y yo andaba de abordo de un tren, al no tener equipaje ni nada por el estilo me fue más sencillo irme de mi ciudad, no soy estúpido, obviamente antes de irme tomé los ahorros de la caja fuerte de mi padre antes de irme, y desordené todo aparentando una escena violenta del crimen, en mi opinión un clásico robo de una casa donde mataron a una pareja y que aparentemente secuestró a su hijo, nada nuevo que agregar a una primera plana de periódico que quedará en el olvido entre tantos otros crimines similares, solo hacia falta cambiar mi nombre, mi apariencia y mantener un perfil bajo. 

Todo marchaba bien durante los primeros días, yo hacía mi rutina planeada de moverme y viajar por ciudades incluyendo pueblos, en cada parada que hacía buscaba algún vendedor de periódicos, para estar al tanto de que no me andaban buscando o que algún detective escéptico realizara una investigación para buscarme. Para mi mala suerte, encontré un articulo en el que mencionaba mi desaparición y mi descripción física acompañado de una foto con mi rostro, justo en ese instante corrí a esconderme debajo de un puente de piedra por el cual pasaba un río que ya estaba seco aparentemente desde hace mucho.

Se me ocurrió ir a la tienda de telas más cercana para comprar los materiales para crear mi disfraz, luego comprar una hoja de afeitar para cortar mi cabello, luego me iré a la gran ciudad para ingresarme en algún orfanato de esos en donde aceptan niños sin identidad y hacerme pasar por un pobre crío sin familia, donde con paciencia y suerte me adoptará alguna familia a la cual desecharía más adelante. 

Mi plan difícilmente podía tener fallas y si prestaron atención hasta este punto, pueden deducir que la situación está bajo control y que bueno que no están equivocados, porque puedo asegurarles con certeza de que pude realizar mi plan al pie de la letra con éxito hasta el punto en que me adopta una familia de bien, pero debo de hacer un hincapié en la parte en que pisé aquel orfanato, porque ahí adentro pasaron cosas que es mejor verlas por uno mismo que contarlas, perdonen si sonrío mientras les cuento, es que de solo recordarlo me hacen sentir vivo otra vez. 

Bueno todo en aquel lugar empezó al rededor de dos semanas después de mi llegada a la gran ciudad, ¿Porqué esperé ese tiempo? bueno, la respuesta estaba en la primera plana de las noticias, se ve que un pequeño grupo de investigadores aliados con la policía están involucrados en el cazo del asesinato de mis padres y mi extraña desaparición, se ve que eran tan estúpidos o ingenuos en no creer que un menor de edad podría realizar semejante escena de horror. Yo me escondí en las sombrías calles y me mantuve con el resto del dinero que me quedaba, tengo la bendición de haber nacido con memoria fotográfica con la cual podía recordar cada calle y cuadra con mucha facilidad sin perderme en la ciudad, el tiempo lo aprovechaba buscando refugios y orfanatos donde yo podría introducirme.

Cuando me quedé casi sin efectivo, digo casi, porque si el plan fallaba tendría algo con que viajar y escapar, me dirigí al único candidato posible, un lugar donde con solo un poco de teatro barato me dejaran entrar seguro, estoy hablando de un orfanato católico, cabe aclarar que no tengo creencia en alguna deidad, pero no deja de resultarme interesante lo que pueden llegar a hacer algunas personas por culpa de esa fe que los ciega tanto. 

Al tocar sus puertas me abrió una monja que me miró con los ojos de arriba a abajo, yo estaba sucio del tiempo que pasé afuera y mis ropas eran fragmentos de tela cocidos por un débil hilo que con un tirón se descocía, entre sollozos de un llanto falso e improvisado no me costó mucho convencer a aquella mujer de que me deje entrar. Me llevó a la cocina del lugar donde me dio de comer lo que sobró del almuerzo de los otros niños, decidí darle un toque dramático para asegurarme de que ella accediera a alojarme como un huérfano más, simplemente mientras estaba comiendo del plato fingí un desmayo, la monja como era de esperarse me ayudó a pararme junto con otra monja del lugar que aparentemente era una cocinera, ambas me llevaron a un cuarto donde me bañaron y me recostaron en una cama, yo solo tenía que actuar para que se apiaden de mi y tuve éxito, la monja me dijo que no aceptaría un no como respuesta a que si me quedara a vivir con ellos para ser un huérfano, por mi estado y bla bla bla, acepté con una sonrisa y terminó mi día.

Pasé aproximadamente unas semanas simulando ser un cordero de dios, un niño de bien, un niño normal como los demás huérfanos, con ansias de ser adoptado por una pareja de padres que desean tener un hijo, para su desgracia de todos mis objetivos el de ser adoptado era el ultimo, porque en el proceso de esos días en aquel lugar dentro mio un sentimiento creció y me fue invadiendo poco a poco, gradualmente como cuando entraba en el granero de mi vecino a matar animales. Nunca comprendí aquello que sentía, yo le digo "la curiosidad que no mata al gato", porque en mi caso la curiosidad no mata al gato sino que el gato mata por curioso, mientras razonaba esto mi mente sufría las migrañas terribles que sufrí en mi cuarto en la casa de mis padres pero estas se sentían peor, y justo una noche empecé a escuchar nuevamente aquellas voces que resonaban en mis oídos.

No las soportaba, las odiaba, golpeaba mis orejas con las manos con la esperanza de que cesaran pero no paraban, era insoportable y lo considero como tortura hasta el día de hoy, no me dejaban dormir y siempre me decían cosas al azar como "Te delataran","porqué no los matas a todos", "mentiroso". Cosas como esas que me rondan y me aconsejan que realice o me replantee cosas, justo esa noche llegué a mi limite porque los desiveles de esas voces me rompían los tímpanos, recordé que la única manera de que se callen era haciendo cosas de las que en ese momento creí que me arrepentiría, pero hoy les puedo asegurar que hubiera hecho más cosas así sin arrepentirme de lo que puede pasar y si pasa algo que desconozca.

Esa misma noche bajé lo más silencioso que pude hasta las habitaciones de los demás niños, yo durante un tiempo observé que aquellos huérfanos siempre rezaban a unas figuras ancestrales llamados ángeles, estos según las escrituras antiguas se presentan como mujeres y hombres con alas en su espalda que les permiten volar hasta el cielo, esa misma noche con ayuda de mi bisturí les hice alas a como cuando dios les dio a esos seres místicos y así los volví ángeles también. En cambio a las monjas les hice una visita también antes de irme de ese lugar, y estoy orgulloso de haber hecho realidad sus sueños, las hice ver a Jesús con sus propios ojos y mientras lo hacia les decía "no se preocupen no es la primera vez que hago algo así", para cuando me fui las voces ya habían cesado en mi cabeza

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⏰ Last updated: May 29, 2018 ⏰

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