CAPÍTULO 1

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Me dirigía a la biblioteca, como todos los días al salir de mi trabajo, me gustaba leer un buen libro en total tranquilidad.

Todos los jueves veía a un muchacho que se sentaba siempre frente de mí; sentará donde me sentará siempre este se sentaba frente a mí. Era muy lindo, por cierto. Castaño, Delgado, labios gruesos, alto. Siempre con jeans rasgados y una remera blanca con campera de cuero.

Un día se me había hecho tarde en el trabajo y llegué tipo 8 de la noche a la biblioteca, por lo regular a las 6:30 ya estaba allí; pero ese día me inscribí en un curso y por eso llegué tarde, entre y esta vez tomé un diccionario. Cuando llegué a la sala común del lugar, lo vi sentado en un rincón. Yo me senté en la otra punta; Ya que no había mucho lugar. Tomé mis cosas y me fui a sentar. Acomodé mi carpeta y comencé a buscar las palabras que no comprendía, debía hacer una traducción de texto. Me estaba volviendo loca, porque me costaba escribir los caracteres; me puse tan nerviosa que me até el pelo, coloque mi lápiz en la cabeza y luego me dirigí al baño, cuando salí me senté de nuevo en mi lugar y me concentre en lo que estaba haciendo, de repente siento una leve carcajada y levante la mirada; no me había dado cuenta que el chico que en un principio se encontraba en la otra punta del salón, estaba sentado frente a mí. Me miro y sonrió. Yo me quedé en estado de Shock. Que hermosa sonrisa que tenía. Me susurro, - está mal. - señalando mi hoja. Yo me puse colorada. Tomo el lápiz de mí cabeza, soltándome el cabello y luego escribió correctamente sobre mis anotaciones. -gracias- le dije. Y él volvió a sonreír. ¿Me llamo Jin dijo, así que estas aprendiendo coreano? - asentí con la cabeza, -si quieres puedo ayudarte. - lo mire un poco nerviosa. - mmm claro, me llamo Yamila. - él se sentó a mi lado y comenzó a explicarme, paso su brazo por mi hombro. Yo me encontraba nerviosa, era realmente guapo, en un momento giró su cara y me vio directamente a los ojos, un escalofrío recorrió mi espalda. Él me miro y luego miro mis labios, paso su lengua sobre los suyos. Yo mordí los míos. En ese momento parecía que el tiempo se detuviera, mi corazón latía muy rápido. Comenzó a acercarse cuando de repente escuchamos a un señor hablándonos.

Nos separamos rápido... - disculpen- dijo la voz, ya estamos por cerrar- En ese momento dije: - Ho, gracias por avisar, devolveré el diccionario. - me levanté rápidamente y guarde mis cosas... -mmm... debo irme, muchas gracias por ayudarme- él me miro – de nada, cuando quieras me dijo. - me puse colorada, tomé mis cosas y salí rápidamente. Él fue a devolver su libro y se fue. Suspire. - corazón no empieces- me dije, tocando mi pecho. Estaba tratando de tranquilizarme; - respira, respira, ¿que fue todo eso? - me despedí del bibliotecario y salí caminando, cuando salgo a la calle, escucho, - te tardaste- me giré y lo vi apoyado en la pared con su mochila al hombro. Me quedé quieta. Él se acercó y me beso, sentí una de sus manos tomándome del cuello y con la otra en mi cintura, atrayendo me hacia él. No pude negarlo, sus labios eran tiernos y sus besos suaves; cerré mis ojos y correspondía sin dudar, coloqué mi mano en su espalda. Fue caminando hacia apoyarnos en la pared. Su cuerpo se aproximó más al mío, sus besos eran más intensos, paso su lengua sobre mis labios como si pidieran permiso para entrar en mi boca; abrí sutilmente y comenzó a recorrerla toda. Nuestras lenguas jugaban. En un momento debimos separarnos por falta de aire. Nuestras respiraciones eran erráticas. Apoyamos nuestras frentes y una leve sonrisa de dibujo en nuestros rostros. Me besa la punta de la nariz y se separó. - eres hermosa- me dijo, - hoy me asusté cuando llegué y no te vi; pensé que te había pasado algo. - yo lo mire sorprendida. - ¿por qué? - pregunte. Él me sonrió. - ¿por qué?, porque no te has dado cuenta que cada vez que vienes me siento frente a ti. Es que me gustas. Soy un poco tímido, aunque no lo parezca, siempre te observo. - comencé a sentir como mis mejillas se ruborizaban. -Me he dado cuenta que me ves disimuladamente y eso me gusta de ti. - lo mire sin saber que decir. Tomo mi mano, vamos te invito a cenar. - yo asentí con la cabeza. Comenzamos a caminar.

Jin:- así que te llamas Yamila, ¿eres casada, soltera?-.

Yamila:- soltera y tu?-.

Jin:- soltero, no tengo novia. Tengo 26 años, soy de Corea, estudiante de intercambio en la Universidad. ¿y tu?.-

Yamila: - soy secretaria, estoy aprendiendo idiomas; tengo 28 años, soy de aquí. -

Jin: - mmm... me gustas desde la primera vez que te vi. No sabía cómo hablarte; eres muy linda, ¿lo sabías?, me gustaría conocerte mejor, si me lo permites. -

Yamila:- me encantaría Jin. Tu también eres lindo.-

Jin se detiene, se para frente a mí, toma mi rostro y me besa. Me abraza y comienza a besarme con pasión, su mano recorre mi espalda. Acercándose más a mi cuerpo, besa mi cuello, nuestras respiraciones se aceleran. Me habla al oído - quiero estar dentro de ti- pasa su lengua por mi cuello y me muerde. Un gemido sale de mis labios. Con sus manos me presiona más a él, sintiendo como su bulto crecer. Me susurra - tu casa o la mía. - la tuya- le digo Me sonríe. 

 

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El chico de la biblioteca. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora