Para Jack entrar a la biblioteca era demasiado agobiante, representaba su mayor obstáculo, uno que a duras penas podría sobrellevar y uno que sin duda le molestaba; para su suerte tenía a Mavis.
Mavis y Jack habían sido mejores amigos desde que estaban en cuarto grado, año en que a Jack le diagnosticaron dislexia y por fin sus padres comprendieron que no era un niño tonto, más bien era todo lo contrario porque a pesar de eso había logrado mucho, sólo era un niño que necesitaba encarar la escuela de manera diferente a los demás niños, quienes siempre lo molestaban cuando tenía que pasar al pizarrón y se tardaba más que cualquier otro chico en el aula; en uno de esos episodios de burla que le hacían sus compañeros, Mavis se levantó y ayudó a Jack a terminar la oración del pizarrón, también les gritó a todos los que estaban en el salón un improperio nada típico para una niña de su edad y se ganó un castigo; pero también se ganó la amistad de Jack. A partir de ese día Mavis leía para Jack cuando las cosas se ponían demasiado frustrantes para él.
Cuando tenían 12 años y empezaron la secundaria, Jack se dio cuenta de que iba a extrañar la primaria, las clases eran mucho más complejas, más largas y difíciles, términos que no conocía y le costaba aprender, en las matemáticas se empezaron a colar letras, cosa que a Jack le alteraba, tendiendo a ir muy mal en esta materia, así que empezó a tomar tutorías a las que Mavis lo acompañaba aunque no necesitaba ayuda en la materia, simplemente lo hacía porque sabía que Jack odiaba sentirse solo y apartado a causa de su condición. A los 13 años creía que nunca iba a ser nada en la vida ya que investigó más a fondo su propia discapacidad. Descubrió que nunca la podría superar y también se dio cuenta de que no importa cuánto esfuerzo pusiera, nunca sería ni un poco diferente, o mejor dicho, nunca sería como los demás. Así que Mavis hizo una lista para Jack donde se encontraban al rededor de 150 personas famosas que tenían dislexia y habían logrado grandes cosas, así levantó el ánimo de Jack y este recuperó la confianza en sí mismo.
Cuando llegó el amor, a los 15 años, Jack intentó hacerle una carta a la chica que le gustaba, pero como era tan personal no quiso pedirle ayuda a Mavis. La hizo él solo y duro 2 días redactando lo que sentía su corazón. Cuando se la entregó a la chica tuvo que esperar un día entero para obtener una respuesta, la cual le llegó cuando antes de irse a su casa guardaba sus libros en su casillero y se encontró no con una, sino con dos cartas, una escrita por la chica y la otra era la suya. Cuando abrió la de ella se sintió profundamente mal, ya que había hecho una réplica de la carta que él le envió, pero corregida, y vaya que se había equivocado; al final la chica ponía que a pesar de que era muy guapo, no salía con chicos sin cerebro. Mavis estuvo ahí una vez más para él. Cuando le contó lo sucedido, Mavis se enojó como nunca antes y le dijo a Jack que no sintiera lástima por si mismo, sino que por la chica que era la descerebrada, porque esa chica conocía a Jack desde hace años, los suficientes como para saber de su condición y creer que Jack no tenía cerebro era algo extremadamente estúpido.
Actualmente a sus 16 años Jack había desistido de muchas cosas y había optado por opciones que se ajustaban más a su tipo de vida, porque como Mavis le dijo una vez: "si juzgas a un pez por su capacidad para manejar bicicleta pasará toda su vida creyendo que es un idiota." Así que Jack se juzga a sí mismo por las cosas que puede hacer, Jack por fin se había aceptado tal y como era, y gran parte de que eso ocurriera no era gracias a su orientador, ni a sus profesores, mucho menos sus padres, era gracias a Mavis, quien nunca lo trató como si fuese un adefesio que necesitaba mantenerse oculto, ni le dio falsas esperanzas, siempre lo mantuvo en lo real, siempre ha sido su cable a la tierra.
Porque Jack ahora cree fielmente que todo tenía que suceder así, que él y Mavis están destinados a estar juntos.
- Jack, tu informe es sobre Birmingham en Inglaterra. -le recordó Mavis sacando así de su ensimismamiento al chico.
