-Dí aaah~-decía el sureño tratando de alimentar al pequeño Alexander-¡ño!-gritó el infante girando la cabeza, indignado.
-Sé que no te gusta que te trate como lo que eres, pero, debes de comer-suplicó el moreno ya exhaustiado por la actitud del niño, Alexander lo observó por un segundo y volvió a hacerse el indignado mientras sonreía como si de un tirano se tratase.
El virginiano solo lo observó ladeando la cabeza levemente y entrecerró los ojos-Bueno, yo...¿Sabes qué?-dijo actuando como si lo hubieran ofendido-Te iba a dar helado, ya sabes, después de comer-sonrió observando como el infante volteaba poco a poco la cabeza y apunto de hablar, el joven treceañero metió la cuchara en la boca del pequeño haciendo que éste pusiera en su rostro una mueca de asco.
-¡Bla~!-escupió el bebé después de casi atragantarse de papilla y comenzó a balbucear-T...te A...a...a, ¡Te Abolesco!- gritó cubriendo su sonrosada carita de bebé con sus manitas, el jóven solo rió-Bueno, eso ya me lo esperaba...viniendo de tí-sonrió con tanta dulzura que al infante le comenzó a latir fuertemente el corazoncito.
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Once de Enero, hoy Alexander cumpliría siete años, el señor Washington invitó al niñero de Alex a su pequeña fiesta, todo a petición de Alexander, personalmente, en la fiesta los amiguitos de Alex estaban ahí, Lafayette de ocho años, Hércules de nueve años, y John con siete, aunque faltaba uno, Aaron de ocho años, el cual no había podido asistir por problemas de salud.
El joven de ahora diecisiete años, llevaba en sus manos una caja de regalo verde con un moño del mismo color con una tonalidad más oscura y dentro de ella se encontraba una sorpresa.
-¡Thommy!, viniste-gritó emocionado el pequeño inmigrante para levantarse y dejar de jugar con John, Hérc y Lafayette, para lanzarse a los brazos del adolescente y besar su mejilla en señal de saludo.
Thomas amaba a ese pequeño con su alma, tanto que incluso daría su vida por él; el sentir sus delgados y pequeños brazos rodeandólo es una de sus sensaciones favoritas.
El pequeño bajó de sus brazos recordando algo que él quería hacer desde hace mucho-ellos son los amigos que te mencioné-señaló a los otros pequeños y éstos solo movieron sus pequeñas manos saludandólo amigablemente y Thomas fue jalado por el pequeño Alexander tomandólo de la mano.
-Él es John-señaló al pecoso-Hola-mencionó el pequeño Laurens amigablemente-Él es Hércules-señaló al irlandés-Dia duit*,Mi nombre es Hércules Mulligan-mencionó con unos cuantos aires de diva pero era muy amigable-y este es Marie Joseph...solo es Lafayette-el pequeño Alexander señaló al francés con una gran sonrisa-Salut*, Je m' appele* Marie Joseph Paul Yves Roch Gilbert du Motier Marquis de Lafayette-respondió el francés con una sonrisa.
-Soy Thomas Jefferson, Un gusto pequeños-saludó amigablemente Jefferson-El novio de Alex-soltó John riendose un poco, Alexander se sonrojó-¡John!, Era nuestro secreto-se tapó la carita con sus manos para que Thomas no lo viera- lo siento, pero...¿no es lo que nos dices todo el-fue interrumpido por Hércules que le metió unas cuantas galletas en la boca para que se calle.
Jefferson solo rió y alborotó el cabello de Alexander.
Más tarde, cuando Alexander iba a soplar las velas de su pastel, hubo algo que él siempre quiso decir...
-Me quiero casar con Thomas algún día-
Por parte de Martha y George Washington se escuchó un "Awww" y por parte del pequeño "Squad" unas cuantas festejaciones y risitas por parte de John y Lafayette, y bueno, Thomas no podía negar la emoción y la ternura que el pequeño Alexander le brindó junto con la sorpresa de que el mencionado, siendo tan pequeño, le había propuesto matrimonio.
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*Hola
*Hola, Me Llamo
-Rosey∆
