El Suicidio.
Cuando quieres suicidarte no quieres acabar con tu vida, quieres acabar con tu dolor.
Quieres dejar de sufrir.
A veces no hay razones para estar triste, pero lo estás porque no eres felíz.
Sientes que no eres suficiente ni para ti mismo.
Te sientes una de las personas más miserables del mundo.
Sientes que ya no vives, solo estás ahí, respirando.
Es lo que hace la depresión.
Te hace sentir que te ahogas en un mar de sentimientos y llanto, de dolor y pensamientos suicidas e incluso psicopatas.
La depresión te hunde hasta que no puedas más.
Te quiebra, te quebranta.
Te hace pensar miles de formas para y como matarte.
Piensas que nadie te va a extrañar pero también que exista alguien que tal vez sí.
Quieres morir para saber que hay después de la muerte.
Te sientes insuficiente, invisible, débil, sensible, miserable, estúpido, insuficiente.
Intentas matarte, fallas y sientes que hasta para eso eres malo.
Tus calificaciones son malas, por la depresión te cuesta trabajo estudiar.
Quieres dormir para escapar de la realidad.
Quieres gritar pero no lo haces porque no estás solo.
Quieres salir corriendo pero los pensamientos te encierran en sí.
Sientes que te vuelves loco cada vez más.
Sientes que tienes esquizofrenia ya que en tu mente siempre hay una voz diciendote "Matate".
La vida se te hace pedazos con cualquier cosa.
Quisieras volver a tu niñez, cuando eras felíz y no lo sabías.
Extrañas tu versión anterior, aquella que confiaba, que amaba, que era felíz, pero sabes que no volverá.
