cero

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azu;

suspiré pesadamente. todo esto lo estas haciendo por juani, tranquila.

juani, es mi hermanito, él padece de una enfermedad terminal, y quiero trabajar para poder darle en sus pocas semanas lo que mamá no pudo darle.

caminé media cuadra más y por fin había llegado. me fijé en mi móvil que la dirección sea la correcta, y sí. Corrientes 284, aquí era.

me acerqué a la gran puerta principal e intenté tocar el timbre que estaba bien arriba. de puntillas pude llegar, y luego de unos minutos se escuchó un grito: ¡ya voy!

un pibe de pijama, con cara de dormido y con el pelo despeinado me atendió.

¿quién sos, wacha? artículo con voz ronca.

disculpa, buen día, ¿ésta es la casa de los monzón? pregunté y él me miró confundido.

sí, sí, ¿qué necesitabas? habló confundido ya un poco despabilado.

¿está tu mamá? o tu papá, no importa. hablé con suavidad y él sonríe.

sí, esperá un minuto. —habla aún sonriente y se va dando la vuelta y cerrando la puerta en mi cara.

luego de un ratito una mujer abrió la puerta, ésta no tendría más de 40.

buen día, ¿usted es azul? pregunta, asiento sonriendo y ella me abre paso. adelante, yo te voy a explicar como es el tema del trabajo. espérame un segundito.

se va dejándome otra vez sola, pero el pibe que me atendió primero regresó, ahora, llevaba puesto un jean clarito, una camisa y una camisa de jean arriba.

mi nombre es mauro, ¿vas a trabajar acá? pregunta guardando su teléfono en su bolsillo delantero del jean.

mi nombre es azul, y sí, eso parece. sonreí, tenía buena onda.

bueno, me voy que llego tarde, nos vemos después, azu. dice sonriendo.

¿azu? flashó confianza donde no la hay.

la señora volvió y me explico más o menos todo.

se trataba de 10 horas trabajando, limpiaba, hacia el desayuno, almuerzo y cena, a la tarde tenía rato libre, a la noche me volvía a mi casa, lavar ropa, y hacer las compras, era su mucama.

careta ; litDonde viven las historias. Descúbrelo ahora