Observe nuevamente aquella hermosa chica, claramente manteniendo mi distancia. Sonreí sin poderlo evitar.- ¡carajo! Debes dejar de hacer eso, soy tu mejor amiga y hasta yo empiezo a creer que eres una maldita acosadora.- reí por su comentario. - ¡Cabello,va en serio!
- ¡oh,vamos! Callate,mani. Dejame disfrutar lo poco de esta fiesta.- suspire viendo a aquella pelinegra bailar.
- ¿tanto te gusta?- asenti.- ve y habla con ella,mila.- ahora me toco negar.
- Uhm...me da vergüenza. ¿que se supone que le dire?- mi amiga solo sonrió para despues marcharse.
¡no,no,no! Que no sea lo que estoy
Pensand...¡carajo!Fije mi vista en todos lados para después solo arreglar un poco mi vestido y tomar de un solo trago lo que restaba de mi bebida.
-hola...-¡dios,que hermosa voz!- perdona que te moleste pero creo que tu amiga o bueno,mejor dicho ella me ha pedido un favor, ¿me puedes dar su bolso? Al parecer olvido algo pero se entretuvo con mi amiga y básicamente me han botado.
Me gire lentamente y seguí observandola,sonreí mientras negaba.
Es ahora o nunca. Pensé-lamento que ella hiciera eso, es un pretexto, ella jamás suelta su bolso.
Su expresión fue de total sorpresa.
-¡oh! Bueno...en ese caso,¿puedo hacerte compañia? Es que insisto,ellas se ven muy entretenidas.- reímos después de confirmar lo que la hermosa ojiverde dijo.
- claro, seamos compañeras este rato.
Una larga charla con esa ojiverde,un par de tragos y fui relajandome cada vez mas,incluso diría que me estaba dando mas incentivos para acercarme a esta chica sin miedo a ser rechazada.
-Camila,tu amiga se ira con Dinah y yo te llevare a ti a casa.-negué.- ¿por qué no?
-Normani tenia mis llaves.-reí.
-Oh...en ese caso vendrás a mi casa,tranquila,estarás segura allí.-suspiré.
-De eso no tengo duda,me imagino que entre tus brazos me sentiré aún mas segura,hermosa.-su risa inundó mis oídos.
-Estas muy ebria,chica
La observe fijamente durante todo el trayecto, no fue hasta que el taxi se detuvo que ella me observo para después sonreírme.
Apenas entramos a su departamento,supe que quería mudarme a esa lugar.
-Tienes buen gusto,Lauren...
-¡Gracias! realmente quería que mi personalidad se notara apenas entraran aquí.
-Con lo darks que sonabas,creí que habría símbolos en el suelo,las ventanas pintadas de negro y marihuana por todos lados,cosas así...-volvió a reír y podría jurar que ese sonido se estaba volviendo mi favorito.
-Las apariencias engañan,Camila.
-Lauren,tengo que decirte algo...-me regalo una sonrisa antes de asentir.- te ves muy bien con ese vestuario pero muero por verte sin nada.
-¡Wow! ella tenia razón,no tardaste nada.
Fruncí el ceño.
-Responde rápido ¿tienes pareja?- negó.- ¿algún ex al que no hayas superado?-negó.- bien,entonces puedo hacerlo.
Sin mas,la tome rápidamente por la cintura y la pegue a mi,tomandola desprevenida,la besé.
¡Esto es el maldito paraíso! Pensé.
No sé como o en que momento terminamos en su habitación,lo que puedo asegurar es que fue por mucho,la mejor noche de mi vida.
Al despertar,lo primero que mis ojos lograron enfocar,fue esa cabellera negra y una espalda perfectamente marcada,esta chica tiene un cuerpo que fue esculpido por los mismos dioses.
No pude evitarlo más y acaricié levemente su espalda para despues abrazarme a ella.
-Buen día,señorita camila...
-Si que es uno muy bueno.-deje un casto beso en su nuca.- y podríamos hacerlo mejor...
-¿ah si,como?
-Dandome un beso de buenos días.-sonreí.
-Camila...esto no puede volver a ocurrir.
Se levanto rápidamente de la cama y bufé.
-¿por qué no,Lauren? Tu me gustas y se nota que yo te gusto. ¿por qué no darnos una oportunidad mas allá del sexo?
-Yo no sé hacer esto...amor,relaciones serias,no soy estable,te lastimaré y me odiaras.-negué.-claro que sí.
-¡Que no! Eres tan hermosa que...-suspiré mientras la veía.- que no tendría problema con que rompieras mi corazón,dame solo una oportunidad y te haré cambiar de opinión sobre el amor y la estabilidad. Me iré y tienes hasta la noche para pensarlo y confirmarme si podré tenerte mas veces conmigo y no precisamente solo en mi cama.- le guiñe y me marche del lugar,no sin antes dejarle mi numero apuntado en una hoja,salí con mi corazón latiendo a mil por hora.
Las horas pasaban y así fue que llego la tan ansiada noche para darle paso a una silenciosa madrugada.
Silencio que fue interrumpido por el sonido de mi celular.
Al abrir el mensaje y leer la respuesta de la ojiverde,no me quedo de otra que solo suspirar y apagar el celular.
-Sencillamente,hermosa.-susurré para después quedarme dormida,con las ansias de que el amanecer no tardara.