Nancy conocía demasiado bien aquellas noches de Navidad, antes de cenar, su hermano iba a jugar con sus amigos a Dragones y Mazmorras mientras ella esperaba paciente a la llegada de Steve para dar comienzo a la entrega de regalos, pero esta vez Harrington se estaba retrasando más de la cuenta. Para no ponerse más nerviosa de lo que ya estaba decidió darse una ducha relajante y empezar a preparar la ropa con la cual iba a cenar aquella noche. Mientras el agua caliente recorría cada su espalda recordó que tenía un regalo importante para Jonathan Byers, rápidamente se enjuagó y se vistió, cerró con pestillo la puerta del cuarto. De su armario sacó la caja de la cámara, la misma que Steve rompió, la dejó encima de su escritorio y comenzó a envolverla con mucho cuidado. No era un regalo normal, si la joven Wheeler hubiera pensado en hacer un regalo al uso, se hubiera conformado con cualquier CD de Talking Heads o algo de Clash. La joven sabía que Byers no le regalaría nada, aún así no pudo evitar preguntarse cuál sería el presente que le haría el muchacho. El corazón pareció detenérsele cuando recordó el tacto de la mano de Jonathan justo antes de ser interrumpidos por la insístente llamada de Steve, era la primera vez que el joven fotógrafo le dedicaba aquella mirada sincera, era una escena recurrente en su cabeza cada vez que se quitaba la venda que tapaba el corte de aquella noche, cada vez que su madre la preguntaba por la misma ella recordaba las tiernas palabras del muchacho cuando ambos estaban a punto de hacerse la herida: "No tienes por qué hacerlo".
De hecho, con la cantidad de sangre que Jonathan había conseguido habría sido suficiente, pero en cierto modo quería ayudar al joven, aún sabiendo que aquella marca la recordaría que tuvieron que pasar por aquella pesadilla. No sería la único que le recordara aquella etapa, con su mirada buscó por las paredes de su cuarto la foto que él le había robado en la casa de Harrington la noche en la que Barb desapareció. Desde el día en el que su mejor amiga desapareció él se había convertido en lo más parecido a su mejor compañía. De repente, las clases más aburridas se convirtieron en horas de sonrisas encontradizas, comparaciones de cicatrices, pintadas en los cuadernos y encuentros en los pasillos del instituto. En resumen, la chica más aplicada de la clase encontró en el rarito de clase un soporte para sobrellevar la desaparición de Bárbara
"Soy un cliché caminando"
Así fue como llegó una clase de Biología, Nancy había estado todo el fin de semana de fiesta en fiesta, cómo si huyera de su propia casa, aún se preguntaba cómo había sido capaz de fingir ante su madre que había dormido en casa. Al ver que Jonathan estaba esperándole sentado justo a su lado no pudo evitar sonreír.
-Buenos días- saludó el joven mientras ella dejaba las cosas en el suelo- Me he puesto aquí porque he olvidado el cuaderno en casa-
Nancy se sentó a su lado y acercó la silla al compañero, dejando el libro entre ambos. El profesor llegó a la clase, saludó a todos los alumnos y comenzó a sacar de la caja el proyector.
-No, por favor.-Masculló Nancy al ver que sus compañeros cerraban las persianas y apagaban las luces. La explicación del funcionamiento de los virus dentro de un cuerpo vivo comenzó con un pase de diapositivas, provocando que la joven Wheeler se cayera de sueño, poco a poco sus ojos fueron sucumbiendo a la fuerza de la oscuridad, pero antes de que ella pudiera dormirse por completo, la voz de Jonathan la despertó.
-¿Qué tal fue el fin de semana?- preguntó a la vez que se acercaba un poco más a Nancy. Ella le miró con una sonrisa ladeada, ya que sabía de sobre que apenas había pasado por su casa ese fin de semana. Con cuidado enlazó su brazo izquierdo al brazo derecho de Jonathan, dejándose caer en su hombro. El perfume de la joven inundó las fosas nasales del muchacho, aquel perfume que llevaba cuando estaban en su casa esperando al Demogorgon, de repente su corazón se aceleró al notar como Nancy comenzaba a tener un sueño más profundo, aunque su mano seguía con unas caricias en su muñeca, de pronto las caricias cesaron, la muchacha parecía inquieta, sus ojos se movían rápidamente, y parecía que agarraba con fuerza su brazo. Jonathan ya había perdido el hilo de la clase cuando los ojos claros de Nancy se abrieron de repente, encontrándose con la mirada de él.
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·Tú, definitivamente tú· Natarlie_Jancy one-shoots
Fanfiction"Parece que solo nos juntamos cuando el mundo está a punto de acabar" "No se va a acabar" Las escenas que nos prohibieron de Jonathan Byers y Nancy Wheeler. Historia propia, los personajes pertenecen a Stranger Things.