Entre abriendo las puertas de la cafetería más que furiosa haciendo que todos me miraran y guardaran silencio, estoy que me lleva el diablo.
Los murmullos de las personas, al ver mi cara sabían perfectamente a quien buscaba. Ruggero Psquarelli, según las porristas había vuelto a decir una de sus muchas mentiras donde yo me veía involucrada. “Ruggero dijo, que ella ya había estado una vez en su cama y lo volvería a estar dentro de poco”
Había dicho una maldita castaña a su amiga refiriéndose a mi.Un chico delgado, algo moreno y con el miedo en los huesos, me indico con su cabeza haciéndome girar y ver a Ruggero en una de las mesas con sus estúpidos amigos y amigas, reía mientras toqueteaba la pierna de una de las morenas, apreté los puños y camine a paso rápido hasta la mesa de los “Populares”, Agustín al verme dejo de reír, luego todos lo hicieron y segundos después Ruggero cayó, mientras abría los ojos y me encontraba fulminándolo con la mirada.
— Sugiero que te levantes si es que quieres defenderte — hable mientras levantaba una de mis delgadas cejas, Ruggero rió sarcástico y se levanto haciendo que todos en su mesa se giraran sin dejar de mirarnos.
— ¿Ahora que pasa Valentina?
— Tú lo debes saber perfectamente.
Me acerque a él con toda la intención de rasguñarle la cara, pero fue mas rápido y me tomo de las manos pegándome a su cuerpo.—¡Que gatita!.
—¡Ya estoy cansada! No tienes por que inventar cosas estúpidas sobre mi.
— ¿De que hablas?.
— De lo que tu has dicho a todos. En ningún momento me he acostado contigo, y no pienso hacerlo ¡Nunca!.
—Eso dicen todas.
— ¡Todas! Yo no soy como las demás
— Ruggero me apretó más a su cuerpo y me hizo gemir, su respiración rozaba con la mía, y sus ojos avellanados penetraban los míos.—Eso crees Valentina. Pero ninguna se resiste a mi encanto, por mucho tiempo.
—¡Eres una mierda!
—A la que deseas.
— Eres un repugnante.
Comencé a forcejear tratando de salirme de su agarre. Todas las personas en la cafetería estaban pendientes de nosotros y de lo pegados que estábamos, todos, hasta las personas de la cafetería.
—¡Sueltáme imbécil!.
Acerco su cara a mí tratando de besarme, gire la cara evitando todo, de su boca salió un “Mejor”, y succionó una parte de mi cuello, dejando una gran marca.El roce de sus labios en mi cuello fue algo ardiente, sentí como si estos me quemaran, y algo dentro de mí se movió, mis pezones se hicieron erectos, y sentí como si mojara mis braguitas, cerré los ojos, y luego los abrí bruscamente. Todos miraban boquiabiertos la escena, Ruggero aún seguía perdido en mi cuello y esta vez había buscado otra parte de mi cuello, trague saliva, y subí rápidamente mi rodilla hasta darle un fuerte golpe en su miembro, instantáneamente me soltó y se toco su parte baja.
—¡Vete a la mierda, hijo de puta!. Salí deprisa de ahí dejando a Ruggero en el suelo, podía sentir las miradas fijas en mí pero no importaba, solo quería olvidar lo sucedido.
Una voz hablo dentro de mí. ‘Te gusto, aceptalo”. Mi cuerpo aún estaba caliente por dentro, y las manos y piernas me temblaban, mi respiración era agitada ¿Coraje? ¿Excitación? ¡No! Excitación no podía ser. ¿Quién podía sentir excitación, por la persona a la cual aborrecía con toda su alma? “Uno nunca sabe”. ¿Nunca sabe? Lo único que sabía en esos momentos, era el odio y la ira mezclada con algo de excitación hacia Jeon Jungkook. Y según creía, nada iba cambiarlo. “Según creía ”
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Secret Sex | Ruggetina/Adaptada.
FanfictionNinguno de los dos se entienden, no hasta que compartan la misma cama y se vuelva 'Sexo Secreto'. Cuando ella lo empieza a desear más que a la propia droga, él se empieza a enamorar perdidamente de ella. Créditos a su verdadera escritora.