¡A romper el hielo!

¡A romper el hielo! #1

Ayer finalizamos el instituto. Estaba realmente feliz, lo llevaba deseando desde principio de curso.

Coincidían las fiestas de mi pueblo, Selaya.

[tirrín-tirrín] Ese era el sonido de mi WhatsApp, alguien me debería de haber hablado. Lo miré. Como acababa de decir, me habían hablado, pero esta vez no era mi madre con sus órdenes (haz la cama, recoje la vasija...), sino Paula, mi gran amiga Paula. "Leire, pregunta si esta noche te puedes quedar en mi casa a dormir, mis padres nos permiten llegar un poco más tarde de lo habitual, ya sabes." Me alegré. Podríamos pasar la noche juntas. Como Paula me dijo, les pregunté a mis padres que si me dejaban, y admitieron. A las ocho de la tarde, Paula y María me pasarían a buscar a casa, para ir a las fiestas. Ya eran las cinco, y no me iba a dar tiempo, así que comencé a ducharme, y elegí la ropa. Iba a ir normalita, con unos jeans y una camiseta. De repente, oigo un ding-dong, esas eran Paula y María, siempre llegaban antes de tiempo. Cogí una chaqueta, ya que por la noche refrescaría.

-Holaa Leire. -Dijeron al unísono.

-Holis chicas, vamos, ya estoy preparada.

Estábamos bastante contentas, hoy veríamos a un amigo, que hacía ya un año que no le veíamos, debido a la distancia.

Cuando llegamos a las fiestas, saludamos a nuestro "grupito de amigos". Entre ellos, había una chica, Marta, no es que me cayera mal, pero no la acababa de tragar. Éramos unos doce o trece. Al principio estábamos un poco aburridos, no había nada que hacer para podernos divertir. Me fijé en un chico, era guapo, no, era guapísimo, para qué engañarme...Era el típico chulito, que se creía "malo". Durante las fiestas, no paraba de observarle. Alguna que otra vez, cruzamos nuestras miradas, por lo que me sonrojaba. Bueno, decidí estar con mis amigos, y pasar de él. Marta se dirige a Paula, y la dijo algo en voz baja. A continuación viene donde mí y me lo dice.

-"¿Has visto que bueno está ese chico?"

-Sí, sí le he visto, pero no me parece guapo.-Si no la dije la verdad, es porque sabía como era, esta frase la describía muy bien "Culo veo, culo quiero."

Mi amiga María se tuvo que ir, así que se despidió de todos, y se fue para su casa. Yo, aunque intentaba no hacerlo, no podía parar de intercambiar miradas con él.

De repente, mi amiga Paula se fue, nose a donde, pero estaba segura de que no tardaría en volver.

No me lo podía creer. ¿Se me hacía a mí o el chico se estaba dirigiendo hacia mí?

-Hola, soy Pablo, ¿tu nombre es...? era imposible, no me podía creer nada de esto.

-Ah, hola, yo soy Leire.

-¿Tienes instagram?-Consideraba que no había nada de malo en darle mi instagram, así que se le di.

-¡Claro!, apunta.-Dije contenta. En unos segundos, me llegó una petición de seguimiento a mi perfil. Era él. Nada más y nada menos que él. Acepté la solicitud, y le comencé a seguir.

-¿Tienes WhatsApp?-Le pregunté, para romper un poco el hielo.

-¡Sí! 6........-Le guardé en mi teléfono, y le escribí unas letras al azar para que memorizara mi número en su móvil.