¡A romper el hielo!

En fin serafín. #3

Pablo. "¿Por qué te fuiste?"-Estaba enfadada con él, así que le respondí groseramente: "Tú sabrás."

Pablo. "¿Por que me fui a comprar el calimocho a tu amiga?"- ¿Acaba de decir mi amiga, desde cuando Marta era mi amiga?-"Lo primero es que Marta no es mi amiga, y lo segundo, recuerda que me dejaste plantada."

Pablo. "Pensé que sí. Lo siento. ¿Quedamos mañana para hablarlo?-¿Para hablar el qué? La verdad, es que tenía ganas de quedar con él, se le veía buen chico, a parte...me ha pedido perdón."Vale, ¿dónde?."

Pablo. "¿En el parque de la Iglesia, a las 16:00?"- "Ok"

Ahí se acabó la conversación. Se la enseñé a Paula.

-No te pilles por él. Recuerda que es el típico malote que te va ha hacer sufrir. Me dijo.

-Lo primero es que vamos a quedar con el fin de arreglar las cosas. No va ha pasar nada, tranquila.

Ya eran las tres de la mañana, así que nos fuimos a dormir, no había otra cosa mejor que hacer a esas horas, la verdad.

Nos levantamos a la una del mediodía. Era entendible que nos hubiéramos levantando a esa hora, nos dormimos bastante tarde. Ya no íbamos a desayunar, así que hicimos tiempo para comer.

Cuando me quise dar cuenta, ya eran las tres de la tarde. ¡Sólo quedaba una hora! Y tardaría en llegar unos diez minutos o así.

Me peiné lo más rápido que pude, me lavé los dientes, me perfumé, cogí mi móvil, me despedí de Paula con un beso en la mejilla, y me fui.

Ya eran las cuatro y cuarto, y él todavía no había llegado. Esto me empezó a mosquear, odiaba esperar a alguien.

Cuando de repente, alguien me tapa los ojos con las manos.