Una gran mentira

Capitulo 1

Hoy se ve hermosisima, como todos los días, cada vez me enamoro más y más. La he conocido desde siempre, pero ella nunca se ha dado cuenta de mi existencia.

Siempre le he querido hablar pero cuando me acerco hacia ella es como si hubiese una pared invisible impidiéndome el paso. Así que lo único que eh podido hacer hasta ahora es gozarla, poder verla ya me es suficiente para que caiga perdidamente en  sus encantos. Hasta la podría describir con una sola palabra: PERFECCIÓN. No entiendo porque la gente se burla de ella siendo tan hermosa y perfecta. Todos hablan de ella como si fuera la "rara" solo por no tener amigos, la verdad es que me parece un asco esta sociedad que le ponen etiquetas a absolutamente todo. En mi opinión Melissa es la chica mas perfecta que he conocido, y si tiene sus defectos y virtudes(que conozco a la perfección), pero aún así la amo con toda mi alma.

Y ahí esta ella caminando por el pasillo del instituto, pasa tranquilamente por mi  lado mientras se dirige hacia su salón de clases, pero mientras pasaba un tipo le da una nalgada y ella se queda estática en su lugar.

-Que culo tan hermoso tenes, pena que tu padre ya se ha desquitado con el- dijo Dante con un tono de burla. 

Melissa

Me quedo estática en mi lugar, la vista se me nubla. No puedo creer que me acaba de decir eso, el muy imbécil se sigue riendo y llenándome de burlas. Me doy la vuelta y quedo cara a cara con Dante.

Abrí la boca para decirle algo pero alguien me interrumpió. 

-Bueno, ya todos vallan hacia sus respectivos salones, el show termino- dice el director de un tono neutro.

-Viejo verde, vos siempre cagando los buenos momentos- dice uno que otro. Pero el hombre le resta importancia y sigue dándonos ordenes para que nos vallamos a nuestros salones.

Ya dentro del salón, me siento en la esquina del salón. Nunca me gusto sentarme adelante, cuando lo hago siento todas sus miradas de desaprobación y de burla, así que siempre he preferido sentarme al final de todo.

Todo este modulo se me hizo demasiado largo para decir verdad, intento prestar atención a lo que dice la profesora pero no puedo se me hace imposible. Me he quedado pensando en lo que dijo ese tal Dante, ¿como es que sabe que mi padre se desquita conmigo? Nunca se lo he dicho a alguien ya que no tengo a nadie como para contárselo...

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Al fin terminaron las clases, para decir verdad ya no aguantaba estar en ese lugar. Ya quiero que este ultimo año  acabe, así  ya  me puedo ir de ese infierno llamado "hogar". En parte me hubiese gustado quedarme en el instituto pero si me tardo más de lo acordado me van a cagar a patadas. 

Voy camino hacia mi casa y en  el camino me encuentro con un hombre que estaba tirado en el piso, paresia que estaba en un muy mal estado. Intente acercarme para ayudarlo pero justo cuando me acerque  a el me agarro  de la muñeca de una manera muy violenta y agresiva. El hombre intentaba pararse mientras se tambaleaba, aun débil y todo me sostenía con fuerza y yo intentaba zafarme de su agarre pero era inútil.

-De esta no te escapas muñequita- dijo el hombre con una voz que me estermecio de solo escucharla, era una voz ronca y agresiva.

Vi que se estaba desabrochando el cinturón, aproveche ese momento para golpearle en su zona baja. El hombre callo de rodillas por el golpe que le di, me soltó y ahí aproveche  para salir corriendo lo mas rápido que mis piernas me  lo permitían. Escuche como el  hombre me gritaba insultos y amenazas, igual así seguí corriendo sin parar con las lagrimas que me resbalaban por las mejillas.

Llegue a mi casa jadeante y con el corazón que me bombeaba a mil por hora, estaba que me moría, pero aun me falta algo que afrontar, mi padre.

Y como si lo hubiese invocado el demonio, abrió la puerta furioso y ahí ya sabia lo que me esperaba. Se acerco hacia mi y me agarro de los pelos mientras me tironeaba de ellos hacia dentro de la casa. Cuando estuve dentro cerro la puerta y me estampo contra la pared y solté un grito agudo.

-¿¡Que te he dicho de llegar tarde niñita del orto!?- me grito de manera violenta.

Me quede mirando el  piso y se ve que eso le molesto y me pego un puñetazo en el estomago, jadee del dolor mientras me inclinaba hacia delante. Pero el me empujo devuelta hacia la pared y me empezó a usar como un saco de boxeo, se me empezaron acumular lagrimas en los ojos y  le pedía a llantos que parara, hasta que la vista  se me empezó. De ahí ya no recuerdo nada más.