Todo cambia.
¿Será verdad?
Pero por supuesto, es algo que he aprendido a lo largo de los años. La gente se va, se queda. Personas que pensé que nunca me iban a dejar, ahora me la pasó preguntandome a mí misma donde estarán. Otras personas, que no conocía o qué nunca nos llevamos bien, ahora son muy cercanas a mi.
Si, las cosas cambian. A lo largo de nuestras vidas pasamos situaciones en las que dejamos atrás muchas cosas. Pero eso es parte de crecer ¿no?.
Lo bueno de entender esto es que cuando uno acepta que nada es para siempre, su punto de vista es un poco más realista.
Lo malo de entender eso, es que cuando por fin lo entendes es luego de miles de caídas. Miles de golpes. Hasta que te cansas. Y ahí es donde te das cuenta que cuando las cosas se complican, no podés esperar que alguien te salve.
Te conviertes en el héroe de tu propia historia.