×DEPRESIÓN Y CONFECIÓN×

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Se puso de rodillas al suelo. Su vista se nublo por las lágrimas y su cuerpo se tensó. Sintió como fue refugiada en los brazos de su madre que estaba fundida en llanto.

Ella no lloraba. No había ninguna reacción de su cuerpo. Ella no sabe lo que siente. Ella no está ni feliz y tampoco triste. Solo neutral. Sus pensamientos estaban nulos. Su corazón estaba dando paso una herida abierta. Una herida incurable.

—Hija... por Dios, reacciona —su madre la empujaba— hija, escúchame.

Sus defensas se fueron desvaneciendo y su cuerpo cayó al suelo. Inconscientemente ella estaba mejor antes de enfrentar esa dolorosa realidad.

~•~

Un día después.

El cielo se encuentra cubierto por densas nubes grises a punto de condensar una abundante lluvia. El viento está muy extenso por lo tanto las hojas volaban recorriendo las lápidas de aquellos que ahora estaban en descanso eterno. Quiénes quizás reencarnarán en otra vida.

¿Dónde te encontraras, Brad? ¿Pensaras en mi donde seas que estés? ¿Me protegerás? ¿Veras como la depresión me consume hasta quedar en un saco de huesos? ¿Quieres que yo esté a tu lado? Te extraño. Pensó _____ al ver la tumba. Hace unos instantes había terminado la ceremonia del funeral. Solo ella y sus suegros se encontraban allí. Su madre por razones laborales tuvo que retirarse antes.

Si tuviera que exhibir su estado emocional sería muy monótono y deplorable. Por fuera es taciturna y por dentro es todo un nefasto. La herida estaba al borde de partir en dos a su corazón. Aparte de su madre, su novio era una de las únicas personas más valiosas. Él pudo cuidarla cuando estuvo perdida por lo que le causó su amor anterior. Él la sanó de todo el odio y rencor que sentía.

Ahora, físicamente se encuentra en un cajón. Vestido como un príncipe. Que descansa sin respirar. Lo único vivo es su alma. El alma que viaja a millas de este mundo, para prepararse y en algún momento reencarnarse en otro ser viviente.

A pesar que es natural la muerte hay veces que no se puede comprender porque sucede a personas que aún tenían toda una vida por delante. ¿Por qué Dios lo permite? Y lo único que llegas a entender es que un acontecimiento más de las vidas que se relacionaron con ella. Que te enseña que hay que disfrutar con las personas que amamos todas las oportunidades porque no sabes cuándo van a desaparecer. Porque también un día vas a desaparecer, sea la edad que tengas. Por eso no todos les dan importancia el hecho de vivir. Porque no agradecen a quienes tienen, porque somos seres materialistas, y más. Un día va a ver un BASTA en cada momento y en eso hay que aprender con dolor, frustración, rencor o odio. A aceptar los hechos de la vida, perdonar y agradecer.

_____ no puede desviar su vista en otra cosa que solo la tumba de su amor difunto. Solo pasó horas desde que lo vio por última vez vivo y ahora está en un cementerio. ¿Cómo va a poder superar esta situación? ¿Cómo perdonar a Dios que lo llevó? ¿Cómo? Sí Brad era todo lo que ella quería. ¿Por qué se fue? ¿Quién fue el bastardo que le quitó la vida?

Quiere justicia. Porque esa persona se merece el infierno entero. Que se pudra. Porque no tiene derecho seguir en este mundo por cometer tal acto de crueldad. Por eso, pediría justicia. Para que lo encuentren al desgraciado así poder verlo a la cara y escupirlo. Matarlo sin escrúpulo y desgarrar cada miembro de su cuerpo.

Los pasos a alejarse donde estaba ella la sacó de su ensoñación. Se fijó como sus suegros se alejaban hasta su vehículo dejándola sola. O eso es lo que ella cree. Se fijó en el nombre de su novio en la lápida. Recorrió cada letra mientras su mente iba de pasaje a pasaje de momentos con él. Quería gritar de nuevo, quería desahogar ahí mismo. En un día gris. En el césped húmedo. A centímetros de la tumba. Todas esas emociones. Porque se siente sola. Está sola.

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