parte única.

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¿Cómo te fue hoy?

16:26 p.m

Mal. Creo que reprobé el examen de hoy.

16:30 p.m

Estuviste toda la semana estudiando, no creo que hayas reprobado.

16:33 p.m

Pues algo me dice que lo reprobé.

16:35 p.m

Yoongi.

16:36 p.m

Soy hyung para ti, mocoso.

16:38 p.m

:(

16:40 p.m

Lo siento hyung.

16:41 p.m


Dejé el teléfono a un lado y continué viendo a mi televisión, ignorando los demás mensajes a propósito. Aunque contestar a las tonterías de Jimin era más divertido que mirar el programa que estaban dando, pero mi cuerpo pesaba a horrores y no tenía tantas ganas para levantarme y cambiar a un canal mejor e interesante.

Bostecé y acomodé mejor las almohadas en mi espalda. Estiré el brazo y comencé a comer otra vez de mis cereales con chocolate y leche.

Estaba deprimido. Hoy había rendido el último día de mi semana de exámenes, y al contrario de lo que creía Jimin, yo estaba consciente de que no había resurgido tan bien. Estudié lo suficiente, pero me encontraba inseguro y negativo. Y lo peor de todo era que me restaban dos meses antes de regresar a clases, lo que significaba no salir de mi lúgubre departamento por unos cuantos días más, ahogado profundamente en mi depresión. Bastante triste, si me lo preguntaban. Pero había algo bueno que podía sacar de todo esto y era que finalmente iba a poder disfrutar de un tiempo a solas. Relajado, y sin presiones de la universidad. Sonaba como el paraíso para mí. Y seguro como el infierno que nadie iba a ser capaz de sacarme de casa, ni aunque ese nadie me ofreciera una montaña de café.

Con otra cucharada repleta de cereales con destino a mi boca, me di cuenta de que ese ya era el final de mi merienda. Me quedé mirando el fondo de mi tazón vacío con una profunda tristeza, y en vez de dejarlo a un lado como solía hacerlo, decidí que era hora de levantarme por primera vez en el día de mi cama. Bromeaba, en realidad era la segunda. Yo no era tan flojo como aparentaba.

Todos mis huesos se quejaron cuando me puse de pie. Arrastré mi cuerpo hasta la cocina y lavé el tazón con rapidez para después pasar a tomarme un vaso con agua. El sonido de una notificación en mi celular me distrajo, y luego de eso, otra más. No me interesé por saber quién era, puesto que ya lo sospechaba bastante bien, y justo ahora no tenía muchas ganas de socializar con nadie.

Pero yo sabía que Park Jimin no entendía eso con claridad, porque siempre se empeñaba en hacerme fastidiar. Con facilidad, yo podría hacer que se detuviera, pero más que eso, parece que él era la única persona que me toleraba mientras yo era todo un gruñón. Justo como ahora. Y hacer que se detuviera, era dejar de verlo constantemente, y para mi total desgracia —aunque Jimin fuese alguien condenadamente quisquilloso—, yo le quería cerca. Y si bien le odiaba a veces, era quien no permitía que me mantuviera árido, porque siempre estaba ahí haciéndome compañía.

Se lo agradecía. Aunque, por supuesto, eso él no lo sabía.

Mientras tomaba lo último de agua en mi vaso, sentí unas manos rodeándome la cintura, y me asusté tanto que lancé un alarido de terror y el vaso que llevaba en mis manos salió volando hacia atrás mientras yo intentaba dar guantazos a la persona que se había atrevido a cogerme de esa manera. Pero no me fue necesario hacer mucho, puesto que antes de que me girara, estaba siendo soltado y la persona que me había sorprendido, se encontraba quejándose en dolor.

it's (not) a date | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora