𝐇𝐓𝐔 | Hey, gracias por salvarme la noche.
➸Terminada: 02.06.2018 ➸ EDITADA.
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— Sí si, ya estoy saliendo de mi casa — le mentí a mi mejor amigo Ryan mientras me levantaba.
— ¡¿Has visto la hora?!— gruñó molesto y con horror mire mi reloj sobre la mesa de noche, ¡6:57 de la tarde! — debiste estar aquí a las 4 de la tarde — me regañó.
— Es que... — busqué una mentira para decirle que él no se supiera — estuve con mi novia — fue lo único que se me ocurrió, y luego de decirlo me di cuenta que ese había sido el peor error de todos.
— ¡¿Tú qué?! — gritó y tuve que despegarme el celular de la oreja gracias a su agudo grito — ¿desde cuándo tú tiene una novia? ¿Cómo se llama? Seguro ya te conseguiste otro mejor amigo y se lo contaste a él, ¿sabes algo? vete a la mierda — dijo en un tono totalmente indignado y me golpee la frente.
— Quisimos mantenerlo... secreto — volví a mentir.
— Está bien, te perdono — dijo y sé que rodó los ojos.
— Sí gracias, ahora déjame conducir — mentí por tercera vez.
— ¿Sabes qué? ¡Tráela hoy mismo a la fiesta, quiero conocerla! — dijo y no se me callo la mandíbula en aquel instante porque está bien pegada al cráneo.
— No creo que quiera, es muy tímida — dije excusándome por mi novia imaginaria.
Yo soy simplemente un desastre para las mujeres, quiero decir exigente o quizás, ambas.
Además, no tengo tiempo ni de bañarme bien, ¿y voy a tener que preocuparme por si otra persona está bien, come, que me cuente sus problemas?, mejor me quedo solo.
— ¡Estará entre amigos! Te quiero con ella aquí, y si no es ella, no vengas.
Dijo y me colgó.
Ya si estoy cagado en la misma mierda pensé, semidesnudo, sin bañar y sin novia, aunque bueno, lo último no había sido tan importante y aparentemente un problema, hasta este momento.
Entré al baño y me di una ducha de combate, salí de la misma sin ninguna toalla, mojando todo el piso que luego yo tendría que limpiar.
— Tarde, pero buenmozo — dije guiñándome un ojo en el espejo al verme tan guapo.
Tomé las llaves de mi Jaguar plateado y baje las escaleras de mi edificio mientras trotaba rápidamente hasta la salida.
— Tenga una linda tarde, señor Bieber — dijo Lauren, la señora encargada de mantenimiento de las flores del residencial, le lancé una sonrisa y salí de la recepción con prisa.
Presioné el botón de desarmado para ver las luces de mi carro destellar, abrí la puerta del piloto y encajé la llave en su lugar, puse mi auto en marcha y salí en dirección para tomar la avenida e ir a casa de Ryan.