ATENCIÓN

3 0 0
                                    

Mierda, Insulto, Despecho, Golpe, Sangre, Sudor, Lágrimas, Herida, Corte, Culpa, Desesperación, Sufrimiento, Suicidio, Muerte.

Todas estas palabras me venían a la mente mientras veía todo tipo de caras, de personas.

Había llegado al punto donde según la apariencia de una persona podría clasificarla, me había acostumbrado. Todos eran iguales.

Estaban los que miran, los que animan, los que apartan la vista,a los que les gusta, los que actúan y finalmente la víctima, YO, en realidad mi cuerpo. Mi mente, ya acostumbrada, viajaba a otros universos; pero por casualidad, o no tanta, siempre llegaba al mismo lugar, uno donde al principio estaba solo y angustiado, luego moría y empezaba a aparecer más gente igual que yo, y era el momento cuando descansaba, me sentía libre, como en paz.

Todo golpeado llegué a casa y reflexioné sobre el tema, le lancé diversas indirectas a mi madre y padre pero como siempre, me decían: "Luego Diego, estoy ocupada" o "Ya, si eso, hablamos más tarde". Nunca recibía ni una pizca de atención y lo aproveché.

Después de que no me preguntaran sobre mí día, sobre mis amigos o sobre esos extraños golpes que eran tan grandes y visibles como dolorosos, y no hablo físicamente.

Volví a mi cuarto, en la oscuridad, riendo por el éxtasis de conseguir mi libertad. Hice realidad mi sueño y descansé.

AtenciónWhere stories live. Discover now