Sólo Quería Una Vida normal

capítulo 3

Uno, dos, tres y cuatro, repito el mismo patrón desde hace rato. Sin las 7:20 de la mañana y ya casi termino mi rutina de ejercicios, cuando el timbre de mi apartamento suena. 《¿quie  podra ser?》 Me pregunte mental mente, tome una toalla para secarme el sudor y me dirigí a abrir la puerta.

—Se que llegue antes de la hora que dijiste, pero como no tenía nada que hacer decidi venir antes, espero no te molestes por mi sedición — habla jason apenas abri la puerta.

—ohh, no claro que no me molesta que hayas venido antes, pasa.

Me hago a un lado para dejarlo pasar.

—Si quieres puedes ver la televisión mientras me doy una ducha — digo pasandole el control remoto del televisor.

—Claro.

Entro a mi habitación y buscó lo que me pondré hoy, me llevo la ropa con migo al baño, me quito la ropa deportiva que esta toda sudada y me meto a la ducha dejando que el chorro de agua helada caiga sobre mi espalda.

(...)

—¿Ya desayunaste? — le pregunto a Jason  entrando a la sala ya vestida y con la toalla amarrada en mi cabello humedo.

—No, aun no.

—¿Quieres un sándwich?

—No gracias — responde un poco apenado.

—Seguro — digo viéndolo con una seja arqueada.

—Esta bien — dice levantándose del sofa y poniéndole pausa a la pelicula —, pero yo me hare los míos.

Yo solo asenti con una sonrisa en el rostro.

(...)

—¡Enserio! — digo sorprendida por lo que me acaba de decir.

—Si, dure una semana con el pelo rosa chicle.

Llevamos hablando de cualquier cosa que nos a pasado.

—Ya es hora de irnos — digo tomando mi mochila.

(...)

—¿Porqué todos nos miran? — le pregunte un poco incomoda a jason al notar como todos nos miraban.

Ya habíamos pasado por mis libros y ahora nos encontrábamos aparcando el coche.

—Soy jugador del equipo de futbol.

—¿Haci que eres popular? — pregunte.

—Se le podria llamar haci.

Bajamos del coche y espere a que jason asegurara las puertas.

—Tengo que buscar  el casillero 55 — dije caminando hacia las puertas de la universidad —¿cual es tu casillero?

—El 60, no estamos muy separados, ¿qué clase te toca?

—Una hora de Español. y dos de Historia  — dije leyendo en horario de la hoja que me dieron.

—Nos tocan casi las mismas a excepción de matemáticas.

Cuando encontramos mi casillero, guarde los libros que no me sobraban 《al menos aqui, no iba a cargar con muchos libros》 pense al cerrar el casillero. Jason y yo ibamos caminando ante la mirada de todos, llegamos al aula de español y en el escritorio de encontraba el profesor revisando unos papeles, me acerco a el y ne aclaro la garganta para que me ponga atención.

—Oh, tu debes ser la señorita Robles — habla al verme.

—Si, soy yo.

—Bueno, yo soy el profesor Joel tu maestro de español, bienvenida — dice sonriendome un poco —, puede tomar asiento.