❀ decisión

1.9K 311 80
                                    

.

.

.


Cuando KyungSoo lo observó en el pasillo no pudo evitar detenerse por un par de segundos. Era un titubeo lo que había ocasionado que su corazón latiera tan apresurado. El hecho de encontrarse con su cabellera castaña ondeándose al viento como siempre solía hacer mientras el muchacho le sonreía a medio mundo, así de popular como era.

KyungSoo, que era considerablemente más bajo de estatura que el otro, se aferró a los libros que llevaba en las manos, pegándolos a su pecho mientras que veía hacia el frente. Comenzó a moverse despacio, porque en aquel pasillo concurrido de la escuela, en ese preciso momento en que la campana sonaba y todos corrían apresurados a sus clases, todo parecía moverse en cámara lenta, al menos para él.

Le molestaba mucho que así fuera, sentirse tan afectado por la presencia de aquel chico de piel morena que había dejado de sonreír en cuanto lo vio.

JongIn se detuvo a su vez un par de segundos, cuando KyungSoo comenzó a caminar hacia él seguramente para pasar de largo.

Y eso era justo lo que iba a hacer, pero la mano de JongIn se interpuso en su camino y el muchacho que llevaba gafas de pasta gruesa se detuvo abruptamente, lo suficientemente antes de que su cuerpo lograra chocar con su mano. Se retrajo un paso y lo observó ponerse frente a él, con la mirada baja y con el ceño ligeramente fruncido que hizo que el estómago de KyungSoo se revolviera en su interior.

ㅡ KyungSoo...

El muchacho bajito quería huir, no necesitaba saber nada que él quisiera decirle, no necesitaba explicaciones algunas y no las quería. JongIn podía ahorrárselas todas.

Así que se hizo a un lado para comenzar a caminar de nuevo, saliendo de la zona de riesgo en que JongIn pudiera detenerlo. Por lo que solo lo observó girarse al tiempo que él seguía avanzando por el pasillo, listo para dejarlo atrás.

Eso era lo único que necesitaba, dejar a tras todo lo que JongIn significaba. Todo lo que el moreno se había esforzado por hacer que significara. El todo de JongIn se había convertido en nada. En una persona más en ese pasillo que él no quería ver. En una sensación que le presionaba el pecho y lo hacía sentirse demasiado extraño e incómodo.

ㅡ No es nada...

La voz de JongIn hizo que todo su sistema nervioso se pusiera en alerta, se detuvo mientras los vellos se le erizaban por completo y un escalofrío le recorría la columna vertebral.

JongIn se había girado por completo pese a que ahora KyungSoo le daba la espalda, y sonreía... sonreía de manera amarga hasta que negó en silencio y suspiró. El suspiro hizo que todo a su alrededor terminara de derrumbarse, incluso mucho más después de verlo a los ojos.

KyungSoo se giró sobre sus zapatos, con los libros aferrados al pecho y asintió. ㅡ Ya.

ㅡ En verdad, fue solo un beso. ㅡ JongIn se excusó y KyungSoo hubiese querido que no lo hiciera.

Que no le recordara el motivo por el que no quería verlo, que no le trajera el recuerdo de él besando a alguien más en los alrededores de la escuela. Tenían diecisiete, hacían muchas estupideces ¿no?

KyungSoo quería pensar que sí, que el moreno solía cometer errores y después aprendía de ellos. Aunque no estaba seguro si besar a la chica de segundo semestre había sido un error exactamente.

Quizá el error de JongIn había sido sonreírle a KyungSoo todas las mañanas desde hacía casi dos años, guiñarle un ojo y decirle lo guapo que le parecía. Quizá el problema había sido que JongIn siempre buscaba emparejarse con él en la clase de matemáticas porque no se le daba bien, o lo esperaba a la hora de educación física, cuando el profesor los ponía a trotar por veinte minutos sin parar y JongIn siempre se iba a su ritmo para darle ánimos y que no se rindiera.

El error de JongIn había sido el decirle lo mucho que le gustaba y que esperaba poder salir con él algún día. Quizá había sido demasiado entusiasta. Quizá había hecho demasiado.

Ese había sido el problema. Que KyungSoo se pusiera nervioso y nunca atinara a responder correctamente una pregunta que el otro le hacía. O que se hiciera el que no escuchaba cuando lo invitaba a salir porque no sabía cómo enfrentar ese tipo de situaciones.

El error había sido que KyungSoo se había ilusionado y pese a que no se sentía preparado, esperaba que JongIn le diera su tiempo. Que JongIn le demostrara como siempre, que él no era «alguien más».

Eso claro, hasta que se enteró junto con todos los de la escuela que JongIn se había besado con una chica. Los nervios habían carcomido cada recóndito de su ser con las esperanzas casi nulas esperando una negativa, pero su amigo ChanYeol había esbozado una sonrisa tristona y se había hundido de hombros, así como KyungSoo había hundido todas sus esperanzas ese día.

KyungSoo no podía culparlo, él se había tardado demasiado en responder. Se había tardado lo suficiente como para que JongIn se enfadara y buscara lo que quería en alguien más. Alguien más bonita y que sonriera esplendorosamente.

ㅡ ¿Qué son los besos para ti? ㅡ preguntó KyungSoo, intentando mantener la postura firme, con la mirada sobre el muchacho moreno que le devolvió una mueca extraña.

ㅡ KyungSoo...

ㅡ Está bien, no tienes por qué justificarte conmigo.

ㅡ Tengo qué hacerlo... porque no significó nada y quiero seguir teniendo esa oportunidad. ㅡ JongIn tragó saliva.

KyungSoo asintió con una sonrisa llena de tristeza. ― No tengo nada para ti... no hay nada que esperar.

El moreno chascó la lengua cuando el otro se giró para seguir avanzando por el pasillo. ㅡ KyungSoo ㅡ lo llamó.

ㅡ Puedes dar todos los besos sin significado que quieras. Pero yo no quiero ser uno de ellos, JongIn.

KyungSoo tomó velocidad en sus pasos, con las lágrimas picándole los ojos, derramándose sin que él lo quisiera sobre las cumbres de sus mejillas. Dejando a JongIn atrás. Dejando la ilusión de que él tomara su mano y lo llevara por un camino completamente desconocido.

La sensación imaginaria de sus labios pomposos rozando los suyos mientras sus corazones se mantenían latiendo firmes y unidos. JongIn era un tonto más y él estaba perdido, porque pese a que era un tonto le hubiese entregado todo, le hubiese dado todo lo que él quisiera si hubiese tenido la oportunidad.

Pero las decisiones estaban tomadas y volver atrás no era una opción. Menos cuando los besos que JongIn regaba no significaban nada para él, pero definitivamente para KyungSoo, significaban un mundo.

Significaba su propia derrota. La resignación de que ninguno de los dos estaba listo para lo que sentían y que probablemente no lo estarían alguna vez. Eso solo el tiempo lo sabría.

.

.

Notas:

Siempre quise escribir algo así :c

Aunque me da una sensación de vacío emocional... en fin. Lo siento(?)

Quizá escriba otra parte, quizá.

🌠Ary

Errores  ❀ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora