Never Be The Same

La casa mejor arreglada de la cuadra

Llegó a conocerla de la manera más ordinaria en que puedes conocer a alguien. Conoció a esa chica en el colegio, era conocida de una de sus mejores amigas.

Intercambiaron nombres y una sonrisa. Eso fue todo, nadie pudo ver lo que pasaría a continuación.

Una cuestión que no tomó más de 3 minutos y llego a cambiar sus vidas totalmente. Dos chicas que se encuentran en el colegio, ¿no pasa todo el tiempo? Si, pasa; pero el destino puso sus ojos en ellas dos y se quiso divertir un rato.

Para comprender a que me refiero debo llevarlos un poco atrás en el tiempo, tal vez un par de años atrás; de esa manera podrán conocer la historia de cómo una par de chicas hermosas, radiantes y totalmente diferentes se fueron metiendo en cada parte de la otra y ocasionando que nunca fueran las mismas.

Primero entremos en la casa de Hanna. La casa con el jardín mejor arreglado de la cuadra, por dentro todo está sumamente impecable y en el primer cuarto a la derecha la encontraríamos arreglado su armario, retocándose las uñas o el maquillaje o acomodando algunas flores que acaba de recibir. No quiero que piensen que es una chica hueca, o solo una chica bonita; la conozco desde que nació y ella es mucho más que eso.

Les contaré como luce físicamente, es delgada y no muy alta; tal vez mida 1.60 (nunca he sido buena con las medidas). Su cabello es largo y rubio, lo lleva en una melena dispareja y combina perfectamente con sus ojos verde claro. Sé que esto suena tan cliché con lo rubia y los ojos verdes, pero créanme que esta chica es diferente a todas las que pueden encontrar rondando por ahí. Sus ojos son brillantes, puedes ver la alegría que irradia a kilómetros de distancia. Su piel es demasiado blanca para su gusto, pero para su madre es perfecta y le encanta llevar los labios con colores rojos y vivos. Es una chica guapa.

La familia de Hanna es bastante común, es un feliz matrimonio con tres hijas, o al menos eso es lo que te dirán si preguntas por ellos en el vecindario. La mayor se llama Alison tiene 23 y es una versión más delgada y más bronceada de Hanna, la menor es Naomi, tiene 13 y es idéntica a su padre. Como ya deducirán Hanna está en medio.

Es una familia bastante perfeccionista y chapada a la antigua; no esperen muchos romances de película viniendo de ellos. El feliz matrimonio se conoció en una cena pre planeada para que su encuentro, se trataron un par de años y se casaron. Su hija mayor siguió sus pasos y ya hace un año que está comprometida. Y hace justo un par de meses celebraron la cena de Hanna, conoció a Felipe y según su familia ellos iban por buen camino.

Hanna era feliz con ese estilo de vida pero los humanos suelen adaptarse a lo que conocen y esa chica no conocía otro estilo de vida; pero alguien debía presentarle algo nuevo a esa familia y de eso me encargué yo.

Esperen un momento, no saben quién soy yo ¿cierto? Lamento no haberme presentado, soy Destino, y a diferencia de lo que ustedes los humanos creen no soy una fuerza sobrenatural que no tiene cuerpo, lo tengo; puedo cambiarlo cuando desee, pero mi forma favorita es la de los humanos; suelo ser una chica porque un hombre no puede tener tanto sentido del humor. Y sí, tengo habilidades que la raza humana no podría desarrollar ni en mil años, pero no es que ustedes sean mis marionetas; hay reglas para mí; no puedo interferir en sus vidas si ustedes no lo desean de alguna manera. Y créanme cuando les digo que todos lo desean; incluso Hanna.