13

28K 3.2K 493
                                    



Dias después de la visita a su madre, Jimin se encontraba lavando los platos en la cocina de la gran mansión de Jeon. Ciertamente luego de hablar con su madre, se llevó un gran regaño, acompañado de gruesas lágrimas que descendían como ríos de los ojos de la mujer. Jimin estaba por entrar en pánico, odiándose por causar tan agudo dolor en el pecho de su madre, pero ella lo tranquilizó.

-¿Porqué pagaste mi tratamiento, Hijo?- recordaba las palabras acompañados de sollozos por parte de su madre, ella intentaba mantener la calma mientras seguía hablando- No debiste, Hijo, yo ya tengo mis años...pero tú, tú mereces vivir.

Las lagrimas volvieron a descender de los ojos del pequeño, recordando como su madre lloraba, diciéndole que haría lo posible por ayudarlo, que empezarían un tratamiento como le había indicado el doctor, y él estaría bien.
Pero Jimin no creía en eso, no después de dejar que Jungkook pagara el tratamiento de su progenitora, tenía una gran deuda con él, para peor no lo había dejado trabajar más y aquello comenzaba a molestarle al menor ya que no sabia como conseguir el dinero para devolverle a Jeon todos los gastos de su madre.

Se convencía a si mismo que no podia permitirse algo tan costoso, aceptaría su destino, pero no volvería a pedir la ayuda de nadie, se sentía tan endeudado que ni siquiera sabia si le alcanzaría lo que le quedaba de vida para pagarle a el amor de su vida.

Y no, no es que quiera morirse, pero no podría soportar el tener otra deuda con él. Menos soportaría ver a su madre trabajar para pagar algo tan costoso, después de todos sus esfuerzos por salvarla.

Sabia que la vida se le consumía, los días se volvían más y más pesados, como se lo habían advertido. Algunas veces debía encerrarse en la habitación o el baño para que Jungkook no se diera cuenta de sus síntomas, aún que sabia que tarde o temprano, él se daría cuenta.

-Amor, ¿Que haces?- Un Jeon algo adormilado apareció por la puerta de la cocina, llegando hasta su lado y tomando ligeramente de la cintura a su novio, para luego depositar un pequeño beso en sus labios.

-S-solo...estaba terminando con esto- señala débilmente los platos ya lavados y posteriormente secados sobre el regadero- J-Jungkookie...

-Dime - El mayor había comenzado a notar que algo andaba mal, Jimin solo tartamudeaba cuando estaba nervioso por algo, o asustado.

-Quiero hablar contigo...sobre el trabajo - el de cabellos rubios caminó hasta la mesa de la cocina, donde se sentó esperando que el mayor imitara sus movimientos, y así lo hizo. Tomando asiento frente a él.

-¿Que hay con eso, Bebé?- Jungkook frunció el ceño con preocupación, mientras el pequeño se estremecía de alegría y sonrojándose levemente por aquel apodo que hasta ahora, seguía afectándolo de sobremanera.

-S-sabes que...debo pagarte todo el tratamiento de mi madre, me preguntaba si...- fue cortado rápidamente por la voz del castaño.

-Minnie...no me importa, sabes que no quiero ese dinero, si te quedas siempre a mi lado con esa sonrisa tuya, ya me estarías pagándolo todo- Dice con una sonrisa particular dejando a la vista sus tiernos dientes parecidos a los de un pequeño conejito. Jimin se siente desvanecer ante las palabras de Jeon. "Para siempre" se queda impregnado en su mente.

-L-lose...pero...

-No hay peros, Jimin. Te amo, no vuelvas a pensar en que me debes algo, no es así, no me importa ese dinero si fue usado para verte feliz- Las palabras del mayor traían una combinación de emociones al pequeño, se sentía feliz de que su amor le estuviera diciendo aquellas palabras. Pero triste a su vez por saber el destino que les depararía.

-También te amo...-susurro Jimin antes de levantarse y caminar hasta el castaño, depositando un tierno beso en sus labios, que luego fue cambiando a uno más lujurioso, jugando con sus lenguas y comenzando una batalla infinita por quién tendría el control de la situación.

Finalmente se separaron, sonrientes. Jungkook levantó a Jimin desde sus muslos rodeándolos en su propia cadera, comenzando a subir las escaleras mientras aún besaba los labios esponjados del menor, notó la ligereza en el peso del menor, pensó rápidamente que tal vez Jimin habría perdido algo de peso pero no le dió importancia, no en un momento tan lujurioso.

Llegando a la habitación lo despojó lentamente de sus prendas, llevándolo con delicadeza hasta la amplía cama del castaño, depositando besos en el cuello del más pequeño, disfrutando de los jadeos que salían de esos labios abultados y rojos.

Y con todo el amor más profundo de su alma, gritando mil veces cuanto lo amaba al cielo, hizo suyo al amor de su vida. Dejando un hermoso recuerdo en la memoria de ambos.

✨💫

El sol despertó lentamente a un pequeño rubio luego de unas agitadas horas, extrañamente se sentía bien, sonreía al ver la tranquila respiración del mayor, aún dormido. Con una mano temblorosa trazó cada una de sus facciones, comenzando por su cabello castaño hasta llegar a sus labios, un suspiro enamorado salió de sus labios al recordar la delicadeza de estos hace unas horas anteriores, como lo besaban haciéndolo sentir el ser más afortunado.

Pero rápidamente esa idea se esfumó de su cabeza al sentir un cansancio profundo, acompañado de un agudo dolor de cabeza que lo hacía sentir demasiado débil. Salió rápidamente de la comodidad de la cama para dirigirse al cuarto de baño, casi corriendo. En cuanto llegó le invadió una tos horriblemente fuerte, llegando a desgarrar su garganta. Así lo sentía.

Llevó su mano derecha a su boca, tapándola para cubrir los horribles espasmos de tos que estaba teniendo, para entonces, Jeon había escuchado al menor y se habría levantado, sin embargo no pudo verlo ya que Jimin había cerrado con llave la puerta del baño.

-¿Bebé? ¿Jimin? ¿Estas bien!?- la preocupación era palpable en la voz del castaño, quien golpeaba insistentemente la puerta.

-Lo estoy...y-ya...ya salgo- respondió el pequeño entrecortadamente, cuando descubrió su boca después de calmar su tos, se dió cuenta de un detalle importante, su mano estaba cubierta de sangre.

Se miró rápidamente al espejo notando como algunos hilos de el liquido rojo aún escurrían de la comisura de sus labios, dio un pequeño suspiro para luego lavar su boca adecuadamente, acompañado de sus manos para borrar todo rastro de sangre de él.

Al salir del baño luego de unos minutos, se encontró con los brazos de Jungkook, el cuál lo apretaron con fuerza, haciendo soltar un pequeño gemido de dolor. En cuanto el mayor lo escuchó se arrepintió inmediatamente.

-Lo siento, Cariño- se disculpó por el apretón que le había ocasionado- Me asustaste demasiado, bebé ¿Que sucede, Estas enfermo? Si quieres podemos visitar al doctor, te llevaré ahora mismo. -al separarse un poco del pequeño, acarició con dulzura los mechones rubios del más bajo.

-No es necesario, es solo una gripe- contestó rápidamente y con simpleza, restándole importancia al asunto. Es entonces cuando Jimin deposita un corto beso en los labios de Jeon, calmándolo.

-Ven...vamos a preparar la comida- Sonrío forzadamente el menor, y aún que Jungkook no estaba convencido por completo, tomó la mano del pequeño, comenzando a caminar hasta la cocina.

Millionaire ~✨ Kookmin ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora