Mi Nueva Habitación

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Tenía 8 años y el cumpleaños de mi hermano mayor había llegado, como regalo le compraron una nueva cama y le dejaron la habitación de en medio, donde anteriormente estaban todos mis juguetes, antes de que él se fuera dormíamos en la misma habitación, en una litera, él dormía arriba y yo abajo, ése día estuve muy emocionado ya que mamá me había dejado la habitación y la litera para mí solo, esa emoción venía de la curiosidad de dormir en la cama de arriba, quería saber qué se sentía ver mi habitación desde ahí, era normal mi curiosidad yo solo tenía 6 años, todavía era un niño. 

Había llegado la noche y yo fuí el primero en subir al segundo piso, después de la cena obviamente, subí corriendo a mi habitación y subí por las escaleras de la litera para subir a la cama de arriba, seguidamente mamá entró en la habitación, me contó un cuento, me dió un beso de buenas noches y cerré los ojos al escuchar el sonido del interruptor de la luz, y me dormí.

Luego... en la madrugada; eran como las 2 o 3 de la madrugada, me desperté, me pasé las manos por la cara y noté que estaba muy sudado, hacía mucho calor y era temporada de verano, además de que me dí cuenta de que mi habitación era muy pequeña mirándola desde arriba además, sólo había una ventana, el calor era tal que mi sabanas y colchón estaban empapadas de sudor, como si hubiera corrido un maratón olímpico completo, además de que ni con el viento de el ventilador y la ventana abierta el calor se iba...

La temperatura en mi cuerpo pasó de caliente a frío y mi piel se erizó luego de escuchar un sonido bizarro... venía de la cama de abajo; algo se estaba revolviendo en las sabanas de abajo, parecía como un bebe malcriado cuando se llena de rabieta en su cuna cuando sus padres le ignoran en medio de la madrugada, cada vez el ruido era más violento y más desesperante.


Yo no me atreví a mirar abajo, y estaba seguro de que ningún niño de mi edad o mayor se atrevería a hacerlo, eso o cualquier cosa que sea quería que yo mirara abajo, quería mi atención; y tenía malas intenciones.

Me asusté tanto que mi respiración se empezaba a acelerar al mismo ritmo que la intensidad aumentaba, ¿qué hice?... llorar, lloré fuerte tan fuerte que creo que todo el vecindario me escuchó, luego de unos minutos vi como la casi extrema oscuridad de mi habitación, que lo único que daba luz era la pequeña ventana se acabó cuando mis padres y mi hermano abrieron la puerta de golpe; casi rompiéndola.


El ruido y los movimientos cesaron instantáneamente abrieron la puerta.

-¿¡Sam, qué pasa?! -Preguntó mamá con la cara sudorosa por los nervios -¿Porqué lloras? ¿Porqué tanto escándalo?

-¡No tengo idea mamá, pero estoy muy asustado! -Le dije con los ojos llenos de lagrimas.

-¿Tienes miedo a dormir solo pequeño?-Dijo mi padre, bueno... Mi padrastro. -¿Eso es lo que pasa verdad?

¿Aún no te acostumbras a dormir solo, Sam?, pensé que eso era lo que querías.

-¡No!... no es eso, no pasa nada, sólo...


-Para que dejes de llorar dormiré en la cama de abajo, ¿sí? -Me dijo con un tono y una mirada comprensivos.


Mamá se acostó en la cama de abajo y papá se fue a su habitación, y Will a la suya. Dormí como un muerto, sin ruidos, sin nada raro.


 

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