Viniste un día cualquiera cuando nadie te esperaba. Llegaste con tus ojos color café y tu piel morena a volcar mi mundo y ponerlo patas arriba. Desde que te vi aquella primera vez supe que era el destino quien, sin pedirlo, te puso en mi camino para ayudarme a ver la vida desde otra perspectiva. Me acercaba a ti sin que te dieras cuenta, te hablaba de cualquier cosa con tal de estar a tu lado, sentir tu piel, oír tu voz...
Me ponía nerviosa cuando estábamos juntos, me reía por todo, me sudaban las manos, no paraba de pensar en cada movimiento, intentando imaginar o predecir los tuyos para que los míos no fueran toscos, o imprecisos. Iba a buscarte a cada hora, cualquier excusa era buena para ausentarme aunque sea cinco minutos para poder verte.
Sin darme cuenta me estaba enamorando de ti. Yo no quería que nada de esto pasara, simplemente empecé a verte con otros ojos, a mirarte fijamente cuando no te dabas cuenta, a buscarte por cada rincón, o esquina de aquel lugar, a pensarte cada a cada minuto del día y soñarte cada noche, a aguantar la respiración cuando te acercabas, a sonrojarme si rozabas mi piel o me tocabas con la delicadeza con la que solo tu sabias. Me hacías sentir que era especial, que solo estábamos nosotros, que el resto del mundo se esfumaba con tu sola presencia.
Y un día, desperté con la certeza de que eras tú, eras lo que en ese entonces necesitaba, la solución a mis problemas, mi alegría y mis ganas de vivir mis ganas de levantarme cada mañana, solo por verte, por estar juntos. Cada segundo que pasaba contigo, se quedaba grabado en mi mente para poder recordarlo cuando no estabas....
Todo parecía perfecto ¿no? O eso me hacías creer....
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Por un error.
RomancePor un error te perdí,por dos perdí la cabeza, por tres me quise morir....