Parte única.

2.3K 226 48
                                    


La verdad fuese dicha, a Kirishima le gustaba FatGum.

Y no es como que su gusto por él haya comenzado de la noche a la mañana, como parecía que había sucedido con todas las chicas que lo veían, que al notar al jefe tan “renovado”—con aquella nueva imagen que mostraba lo bueno que estaba, y que contrastaba perfectamente con el olor de sus feromonas, que incluso, se había intensificado en gran medida desde su repentina pérdida de peso— decían amarlo, jurando que sentían un gusto especial hacia él desde antes. Bola de hipócritas. ¿Cuántas no se le habían declarado hasta el momento? Y él, que en verdad lo amaba desde antes, no podía decir nada.

Al principio solo era un sentimiento de admiración y agradecimiento por haberlo aceptado en su compañía a pesar de su condición de Omega, pero poco a poco aquel sentimiento se transformó en un intenso gusto hacia él por su gran tamaño y la fuerza con la que los defendía a él y a Tamaki. Además de que el simple hecho de ser una relación prohibida, ya provocaba estragos en su ser, ¿Qué se sentiría ser tomado por un hombre mucho mayor que tú? Eran el tipo de pensamientos que con cruzaban la mente de Kirishima de vez en cuando, sin embargo, ahora, la frecuencia en que su mente se llenaba de pensamientos sucios había aumentado considerablemente. Echaba la culpa de aquello a su naturaleza de omega sin marca, y al calendario, que marcaba lo pronto que estaba su celo. Sí, tenía que ser eso, eso y el hecho de que su novio llevaba ya varios días sin tocarlo ni siquiera un poquito, era obvio que se sintiera atraído hacia las imponentes feromonas de otros alfas.

Suspiró mientras se miraba al espejo, por lo cerca que estaba el celo, y para evitar incidentes, tenía que tomar sus supresores o, en su defecto, tomarse el día libre, algo que obviamente no iba a hacer. Prefería mil veces ir al trabajo sin haber tomado la pastilla, a no ir y no poder ver la deslumbrante belleza de aquella persona.

Una vez listo, se dirigió hacia el guardarropa. Abrió el primer cajón y metió la mano hasta el fondo de este, tanteando la ropa hasta dar con una caja rectangular. Ya fuera, la agitó, para asegurarse que aún había algo ahí dentro, pues debido a su mala costumbre de guardar cajas vacías, era algo confuso saber si aún quedaba contenido. La abrió, sacó el único empaque que quedaba y miro la cantidad de pastillas disponibles, exactamente una, la de ese día y después a comprar más.
Cerró el cajón, recargándose en el mueble, sin dejar de mirar la pequeña pastilla azulada. Inevitablemente comenzó a preguntarse qué sucedería si no se tomaba la pastilla, si el celo le llegaba estando a solas con Fat, o en medio de una situación crítica.

Decidido a tomarla, empujó la pequeña pastilla azul con el dedo para sacarla del empaque. Una vez en su mano, le dio vueltas con los dedos, abrió la boca un poco, lo suficiente para permitir que la capsula ingresara a su cuerpo, sin embargo "Casualmente" la pastilla no atinó a su boca, y cayó al suelo, rodando y metiéndose por debajo del ropero.

—Pero que mala suerte la mía. Bueno, esperemos que no pase nada —menciono con una sonrisa discreta, encaminándose hacia los aposentos de su amado FatGum.

No tardó mucho en llegar, pasó la puerta de entrada con una sonrisa, saludo a la recepcionista y camino directamente a la sala de su héroe. Al pasar por la puerta pudo ver a su superior junto con el héroe profesional, mantenían sus rostros muy cerca el uno del otro, mirándose a los ojos, mientras que Fat acariciaba la mejilla de Tamaki para limpiarle los restos de comida que habían quedado en esta. Le sonreía y el otro, claramente sonrojado le agradecía con otra sonrisa tímida. Claro, ahora también le gustaba a Tamaki, ¿no?

Anunció su presencia aclarándose la garganta, lo que causo que los enamorados se sobresaltaran y se separaran instantáneamente el uno del otro.

—Buenos días, ¿Interrumpo algo?

—N-no —balbuceó— Bue-buenos días, iré a hacer papeleo –dijo Tamaki nervioso, saliendo rápidamente de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.
Los celos invadían su ser entero, ¿Por qué Fat estaba tocando a Tamaki con tanta amabilidad? Estaban tan cerca el uno del otro y ninguno parecía incomodo con la situación, unos segundos más y quizá los hubiera encontrado besuqueándose.

Blue Pill. [FatKiri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora