Mara despertó acalorada, estaba sudando. ¿Qué hora era? No mas de las 4 de la madrugada. Afortunadamente, aun le quedaban horas para dormir. Abrió la puerta con cuidado, no quería despertar a sus padres y avanzó por el pasillo sigilosamente hacia el salón. Abrío la puerta caoba y ¡zas! Sus ojos no podían creer lo que veían. Estaba en estado de shock. Su hermana, desnuda, corrió a coger la manta que estaba en el suelo para taparse y aquel tipo del sofa huyó mientras se ponía los pantalones, alarmado por el sonido de la puerta del dormitorio principal. Aileen, su madre, apareció con los brazos cruzados y una cara de pocos amigos. Sus ojos ya achinados de por si estaban casi cerrados.
- ¿Qué está pasando aquí?- dijo. Y su voz hizo temblar a Lilen, que se colocó bien la manta.
- Nada, mama.- dijo Mara.
- Lilen no podía dormir y me ha despertado, he venido a ver que pasaba y me he asustado al encontrarla aqui.
- Esta bien, pero no hagais mas ruido, ¡E iros a dormir ya!
Aileen cerró la puerta del salón y volvió a la cama. Mará se giró hacia su hermana y se quedó mirándola fijamente, como buscando una explicación a lo ocurrido.
Lilen avanzó hacia la puerta mientras hablaba:
- Creo que deberíamos irnos a dormir.. Se giró agarrando la manilla de la puerta:
- Buenas noches, Mara
Y cerró la puerta tras si.
Mara no se lo podía creer. Fué a la cocina, tomó un vaso de agua y volvió a la cama pero ya no pudo dormir mas. No comprendía lo que había ocurrido, y menos la reacción posterior de su hermana tras haberle salvado la vida.
A la mañana siguiente, Mara y Lilen se encontraron en el baño como todos los días.
- Creo que me merezco una explicación. -dijo Mara
- ¿Sabes que? Lo mejor será que echemos tierra sobre el asunto.- Lilen se acercó a su hermana y le dió un beso en la mejilla. Después, se marchó.
Definitivamente, el mundo estaba loco. Mara continuó maquillándose, aunque no demasiado, sus ojos achinados. Los había heredado de su madre. Lilen, en cambio, era más como su padre. Los rasgos occidentales le hacían una cara preciosa y todos los chicos la deseaban.
