Capitulo I

104 1 2
                                    

Terminaba de graduarme de la secundaria. ¿Cómo podría describir aquellos últimos años? Siempre fui la “gordita” del grupo, a la cual nadie quería invitar a salir. Mis amigas salían todos los sábados y yo me quedaba en mi casa escuchando música o leyendo algún libro, ya que nunca tuve la suficiente autoestima para pensar que estaba a su altura. En el colegio, no puedo decir que me iba mal, siempre estudiaba y por eso la gente muchas veces se me acercaba. En resumen, todos pensaban que era una “freak” cosa que nunca entendí, solamente me gustaba la buena música, los libros y el Skateboarding era mi pasión.

Fue por eso que tomé la decisión que no iba a hacer el típico viaje de egresados, yéndome de viaje con mis compañeros. Preferí que mis padres me regalaran el pasaje para ir a visitar a mi abuela por tiempo indefinido.

Mi abuela vivía en Londres, Inglaterra. Se había ido a vivir allí por cuestiones de trabajo hacia unos 15 años, yo tengo 18. Pero mi relación con ella era bastante buena ya que hablábamos todos los días vía Skype. Nuestras charlas se basaban en que algún día iría a hacerle compañía a Londres. De todos modos, ella no estaba sola. Mi prima Camila se había ido a vivir con ella cuando nuestro abuelo falleció hace ya 5 años. 

Camila es 3 años mayor que yo y es como mi mejor amiga. Todos los fines de semana ella venia a dormir a casa o yo a la de ella. Nos llevamos realmente bien y nos emocionamos bastante al enterarnos de que mis padres me habían comprado el pasaje para ir para allá.

Sabía que la íbamos a pasar genial, ya que ella tenía muchos conocidos allí. Ella no conocía la noche londinense, la noche londinense la conocía a ella. Al pensar todo esto, se me ponía la piel de gallina, sabía que mi estadía allí iba a ser inolvidable. . .

*** 

Eran las 4 am y ya no podía volverme a dormir. Tenía una mezcla entre nervios, emoción y angustia (esta iba a ser la primera vez que me alejaba tanto de mis padres) por el viaje. Así que decidí levantarme para volver a ducharme, arreglarme y volver a verificar si no me faltaba nada y sí había empacado todo lo necesario. Lo primero que guarde fue mi Skate, seguido por mis vans, que nunca me faltaban para nada, muchos jeans y remeras. Y obviamente mis Raybans negras. Yo amaba mi estilo para vestirme, era “muy yo” cuando se trataba de ese tema. No quería sobresalir, eso nunca me gusto, solamente me gusta sentirme bien aunque nunca entendí muy bien porque ya que tenia 0 autoestima, era una cosa rara mi cabeza.

Desperté a mis padres a las 6 am con desayuno ya en la mesa, yo estaba que parecía una loca:

  - ¡Basta Orne! (Sí, me llamaba Ornella, siempre odie ese nombre). Tranquilízate. Pareces una nena emocionada por su primer día de escuela. - Me decía mi mama mientras tomaba su café con leche

 - ¿Y qué esperabas má? Es mi primer viaje largo y encima sin ustedes. Es una experiencia totalmente nueva para mí.

   - Aw, la nena se nos va. ¡Cómo crecen estos chicos! - Mi papa lo decía con tanta angustia que casi se me escapa un lagrimón.

- ¡Me vas a hacer llorar pá! Sabes que solo es por un tiempo, no me voy a ir para siempre. Aparte vamos a estar todo el tiempo comunicados, ¡No seas maricon! - Escuché como mi mamá se descostillaba de la risa atrás nuestro.

 Yo tenía ese tipo de relación con mi papá, nos hablábamos como si fueses amigos del barrio y sabía que eso iba a extrañar más de mi casa. El era mi mejor amigo.

Llegamos a Ezeiza a las 8 am, el vuelo era a las 10 pero yo ya no podía seguir esperando en mi casa, así que hice que mis padres se apuraran y me llevaran temprano para allá. El momento de subirme al avión llego rapidísimo, cuando me di cuenta ya estaba junto a mi mama que estaba llorando desconsoladamente mientras me abrazaba. La chica dio el último aviso para que los pasajeros subieran al avión y trate de soltarme como pude de ella:

 - Te mando un mensaje cuando llegue.- Le gritaba a mi mama mientras corría hacia la puerta de abordaje.- ¡Los amo y los voy a extrañar muchísimo!

Llegue a escuchar un NOSOTROS TAMBIEN desde lejos, así que supuse que fue de mis padres.

Ya estaba sentada en el avión con un nudo en el estomago de los nervios. Así que para tranquilizarme saque mi celular y me puse escuchar música.  Sabía que este viaje iba a revolucionar mi vida por completo.

Skater Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora