highschool [k.j]

highschool [1]

En portada; De izquierda a derecha, Miles y Dylan

Capítulo 1

La escuela es una mierda. Sabes que es importante pero encuentras algunas materias un poco inútiles. Así que, aquí estas, saltándote clases. Era algo a lo que ya estabas acostumbrada. Tu mejor amigo Miles estaba esperando por ti afuera de la escuela. El era como un hermano mayor para ti, siempre te protegía y cuidaba de ti.

— Hey! vamos a encontrarnos con Dylan en la gradería—  asientes y van directo a las graderías. Dylan era otro amigo, otro hermano mayor. Ustedes tres no tenían la mejor reputación en la escuela; siempre se metían en problemas y la oficina del director era como una segunda casa para ustedes. El director, para ser exactos, era el tío de Miles. Así que era casi uno de ustedes cuando lo visitaban

—He estado esperando 10 minutos. Ya estaba pensando en irme—Dylan expresó cabreado desde lo alto de la gradería. Miles empezó a discutir con Dylan sobre la tardanza pero tu estabas demasiado cansada como para tratar de pararlos. Así que empezaste a observar al rededor solo para ver si no había algún maestro o alguien. 

Eso fue hasta que las porristas captaron tu atención; estaban practicando su rutina. Divisaste a algunas chicas que ya conocías porque habían coqueteado contigo antes, así que no era nada nuevo. Todo el mundo sabia que te gustaban las chicas y aún te sorprende saber cuantas chicas te han coqueteado desde ese momento. Tus amigos decían que eso ocurría porque eras "muy caliente" y que ser una tipa mala te hacia aun mas caliente. Tu solo rodabas los ojos cuando ellos decían eso. 

Volviendo a las porristas, observaste a una chica que probablemente nunca hayas visto, estabas segura de eso. Ella era hermosa y tu inmediatamente de sentiste cautivada por ella. Hiciste contacto visual con ella por un segundo pero en realidad se sintió como una eternidad. Ella definitivamente no era nueva, pero entonces ¿cómo no la habías notado hasta ahora?

— T/N ¿estás ahí?— pregunta tu amigo mientras mueve su mano frente a tu cara —¿Que estas viendo?— pregunta curiosamente, siguiendo tu mirada y cuando nota a las porristas, sonríe —¡Oh! ya veo—

—Cállate — le pegas a su brazo juguetonamente —¿Conoces a esa chica? La que está hablando con Stacy en este momento—

—Umm, creo que no—  responde Miles —Así que, déjenme contarles sobre esta chica que conocí en un bar...— Estabas escuchando a tu amigo pero a la vez no. Tu mente estaba demasiado centrada en esa chica. Observas que se acerca a un alto y atlético chico que llevaba una camiseta del equipo de fútbol americano. La chica de cabello oscuro lo abrazó y el le sonrió adorablemente antes de besar sus labios. Ella rápidamente te lanza una mirada antes de concentrarse en el chico, de nuevo. Conoces a ese chico, ya habías hablado con el anteriormente y si, es un imbécil. Como sea, te das cuenta que es mejor olvidarte de ella porque tiene un novio y probablemente ni siquiera le gusten las chicas. Eso te cabreo un poco, el hecho de que ella este besando a un chico hizo que te cabrearas como nunca antes 

Cuando la campana sonó, ustedes tres se levantaron y se dirigieron a sus casilleros. Estabas de muy mal humor. ¿Por qué?. 1) Ese beso. 2) Estabas cabreada por como ese beso te había cabreado tanto. El pasillo estaba lleno de personas, estabas en tu casillero cuando ves que un grupo de chicos se empieza a acercar. Estabas en un tipo de guerra con ellos, así que no eran buenas noticias. Dylan y Miles los estaban fulminando con la mirada mientras cerrabas tu casillero  

— ¿Creí que les habíamos dicho que se quedaran fuera de nuestro territorio? — uno de ellos dice y ruedas los ojos inmediatamente ¿En serio?

— Lo siento chicos, pero ustedes no son dueños de nada— dices. Ellos pensaban que controlaban la escuela, pero en realidad eran un grupo de idiotas

Uno de ellos te cogió del cuello de tu camiseta y te sujetó fuertemente contra el casillero, haciendo que golpearas tu espalda contra el frió metal. Una multitud empezó a reunirse al rededor de ustedes, un grupo de personas empezó a sacar sus teléfonos y empezaron a grabar lo que estaba por suceder. Dylan y Miles intentaron intervenir pero los otros chicos los agarraron fuertemente de los brazos. Como sea, ellos sabían que tu podías sola. Has estado tomando clases de defensa personal y has practicado karate por algunos años, así que este chico era lo ultimo de tus preocupaciones. Tu solo te reíste de el, el te fulmino con la mirada. En un rápido movimiento, golpeaste su cara contra los casilleros

— No nos vuelvas a joder de nuevo, imbécil—  susurraste en su oreja. Lo dejaste libre y el no dudó en golpearte la cara. Estabas esperando ese movimiento así que lo esquivaste fácilmente. Gracias a Dios por tus reflejos. En realidad no te gustaba la violencia, pero querías que el chico aprendiera su lección. Golpeaste su cara. El alcanzó a golpearte también y fue cuando decidiste ponerle fin a esto. Tomaste sus grandes manos y en un rápido movimiento, el estaba en el suelo. —Deja de humillarte, por favor— pediste. Luego, procediste a pararte y lo dejaste en el suelo.

— Estás sangrando, deberías ir a enfermería— dijo Dylan en un tono preocupado. En realidad no habías notado que estabas sangrando. Tenias un pequeño corte en tu ceja, ese hijo de puta. —De cualquier manera, pateaste su trasero totalmente— 

— Lo sé— .. —Se lo merecía, de cualquier manera. Es un imbécil—

—Lo sabemos. A propósito, ¿sabes quien estaba mirándote entre la multitud?— frunciste el ceño, no tenias idea de que hablaba —Esa chica de la cual hablabas hace un rato. Se veía un poco preocupada para ser honesto—

—Si, claro— rodaste los ojos, no crees una palabra de lo que dice. Estaba mintiendo, probablemente. 

—Lo digo en serio, Miles lo vio también, ¿verdad?— El otro chico asintió

— Probablemente no le gusten las peleas, como a cualquier persona normal. Así que lleven sus traseros a clase, iré al baño a limpiarme la cara— ellos asintieron y se fueron 

 (2) 

Estabas en el baño, examinándote a ti misma en el espejo. El corte no era tan pequeño como creías. De cualquier manera, no sangraba. Cogiste un poco de papel y empezaste a limpiar tu cara. Ese imbécil, piensa que el dueño de la escuela. No escuchaste la puerta abrirse porque estabas demasiado ocupada con tus propios pensamientos.

— Eso no se ve bien— 

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