Son las dos treinta y cinco de la madrugada. La hora de los espíritus pronto empezara y no hago más que esperar ... ¡Oh! Se ha despertado, creo que nuevamente tiene pesadillas, pobre infeliz cada vez son más frecuentes pero esta vez a comparación de las otras no le da tiempo de analizar su significado. Alguien ha tocado la puerta, prácticamente la ha aporreado, por la ventana se puede notar una silueta femenina, ¿qué perturbara a tal criatura como para aporrear un indefensa puerta? supongo que pronto lo sabremos ya que ella cruza el umbral tan pronto como el dueño de la casa le abre.
La mujer, al igual que su amado, esta altera, ambos están tensos se nota en su postura sus hombros cargan pesar. Algo parece frustrarlos sus facciones los delatan.
Por un momento dejo de observarlos y me enfoco en el escenario, el cuarto es oscuro y no solo porque estemos entre la penumbra, las paredes son de tonos grises, hay una pequeña cocina y un armario, a lo lejos se percibe una fogata dentro de lo que parece una chimenea pero lo que llama mas la atención es que por donde se vea esta lleno de repisas llenas de libros, libros de distintos colores, gruesos y letras , que aunque no los he leído todos, estos están cargados con una vibra melancólica y llena de pesadumbre; la ventana de la habitación esta abierta como siempre, ella deja pasara escasos rayos de luz de luna, es lo único que dejan entrar ... o eso creen, lo que no saben s que esos rayos le dan un toque aun más oscuro a las sombras del señor William y su amante; al verlos así, siento tanto haberme cruzado en sus caminos y provocarles esa desgracia que los mantiene en vela.
¡Salve Dios a ese hombre que se ha ido de esta tierra! Viejo mísero que no se merecía el lujo de permanecer con vida.
Mis pensamiento se ven interrumpidos por una exclamación, parece que alguien decidió unírsenos, se ve un movimiento por la ventana, de repente un chirrido ¡Ah! un pequeño ratón corre de su madriguera hacia la cocina, los amantes lo han notado y en ambos crece un miedo y repulsión; no entiendo como tal insignificancia les causa tanto terror.
Ambos están pendientes de él y al regresar el ratón a su madriguera la mujer se voltea hacia su amante parece más relajada pero inmediatamente le empieza a gritar improperios a su amado, no sabemos como reaccionar y parece que su amado tampoco, cada respuesta que piensa muere en sus labios.
Así pasan los segundos, que se convierten en minutos; solo escuchamos como los gritos por parte de ambos ahora parecen ir in- crescendo, de pronto silenciandose abruptamente el cuarto vuelvo mi vista y veo que ha callado el ruido ... un beso. Un beso que se ha llevado la furia y momentáneamente quedando solo una profunda y tangible pasión.
¿Cómo el ser humano puede llamarnos a nosotros animales? si son ellos los que reaccionar al sentimiento antes que a la razón. ¿Será prudente romper su momento pasional?
Parece que alguien más se me ha adelantado. Alarmas suenan a lo lejos y ellos se apresuran a hacer las maletas, pero no creo que haya forma de que salgan esta vez. La tenue luz de las brazas de la fogata va deformando las sombras del cuarto y parecieran danzar al compas de una música inaudible.
La pareja reconoce esas señales. Ellos saben que ya es tarde.
Desde acá afuera el paisaje pareciera estar congelado, las demás casa están en una profunda calma, sus habitantes han de estar dormidos y nada pesa sobre su cabeza pero hasta el mismo silencio es ensordecedor por tanta calma, sin embrago allá adentro pareciera estar desencadenándose el mismísimo infierno para esas dos personas que no supieron reaccionar.
Pronto veo como ambos interna abrir la puerta trasera la que da a un callejón, si tan solo no estuviera tan oxidada y no fuera tan pesada, ellos podrían lograrlo podrían vivir; pero es inútil ya cualquier esfuerzo, como ultimo recurso el señor William golpea la puerta con todo su cuerpo, por un momento pareciera que esta cediese pero ¡el golpe ha atrancado aun más la puerta!. En ese momento las esperanzas se vuelven nulas, la desolación los golpea fuerte y directo.
La mujer se doblega ante la voluntad de Dios como lo habría hecho su madre en tiempos desesperados, mientras que el hombre intenta usar las repisas para abrirse paso hacia el pasillo. Ambos la mujer y el hombre derraman gruesas y esporádicas lagrimas, estas cargan con todos sus sueños e ilusiones con su futuro pues ellos olvidaron que lo único importante era el presente.
Desde esta perspectiva todo esta hecho un caos ¿Acaso el hombre piensa firmemente que con creer en un ser superior a él mismo puede evadir su destino? si bien, se dicen devotos, solo acuden a su Dios cuando están en problemas; en salud no se molestan por él, en enfermedad lo culpan y en problemas lo llaman. Siempre esperando por un milagro.
Pareciera que han visto una figura dentro de la habitación. No logro distinguirlo, poco a poco se aproxima hasta ellos y al llegar a ellos repentina sorpresa los llena, en ambos se levanta la fe como si estuvieran viendo el final de sus días en un solo ser.
Prontamente ambos empiezan una oración, todas sus suplicas y rezos se vuelven unísono y dejan de ser palabras, transformándose en abrazadores alaridos de terror y miedo.
Todo pasa muy rapido. Los he perdido de vista, miro en redondo los busco por toda la habitación, no los veo, pero si puedo notar que las brazas se han apagado, la habitación esta en un total silencio igual al de hace un rato tan ensordecedor que se necesitaría una nueva tragedia para romperlo, en fin no debería sorprenderme nada de esto, estoy acostumbrado a esta escena, la he presenciado una infinidad de veces, unas veces más trafica que otras, unas más dolorosas y otras más dulces ... de todas formas soy yo el que las provoca.
He terminado con esta casa.
Debo de dejar de hacer esto, mis verduzcos ojos y mis patas no causan más que dolor y perdida a donde quiera que voy. ¿A quien engaño? Aunque quisiera abandonarlo, esto me llama, esto es lo que soy. Ahora subiré a otros tejados y mirare por otras ventanas, porque al final de cuentas eso es lo que hacemos.
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Eso es lo que hacemos
Short StoryHe terminado con esta casa Debo dejar de hacer esto, mis pasos solo causan dolor y problemas dondequiera que voy ... ¿A quién engaño? Aunque quisiera abandonarlo, esto me llama ... eso es lo hacemos.