En mi tétrica vida chisporroteó un intenso momento, fue luz de estrellas, resplandeciente y hermosa, un instante cargado de autenticidad, pura y genuina, donde por primera vez pude susurrar que conocí el amor.
Aluciné, creí y me mentí, que de mis omóplatos nacieron y revolotearon alas con sabor a dioses y magia. Volé y sobrepase la estructurada ciudad de vidrio y metal, con sueños, esperanzas y corazones rotos. Era un ángel que se alzaba entre la nefasta crueldad hacia el mundo de los cielos, uno dónde el amor era único y legítimo.
Todo transcurrió en momentos perfectos, hasta que una gélida mano tocó mi subconsciente y mis ojos se abrieron.
Era grande, oscuro y sin fin y la caída fue instantánea. Giraba sobre mí mismo, descendiendo con fuerza, viendo como se golpeaba contra la dura pared del abismo mi corazón hasta fallecer en trizas y polvo de sueños quebrantados.
Mientras mis párpados caían en desilusión, lo vi: ésta era la verdadera cara del amor. Creer que vuelas, cuando realmente caes.
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El Silencio De Ese Niño Escritor
Short StoryErase una vez, un solitario lápiz y un trozo desamparado de papel, y un niño que lo cogió y vacío todo lo que había en su alma entre líneas. ¿Qué pasaría si reúnes todo esos pequeños escritos que tu yo más pequeño escribió? Uhm, ya lo verás.