El tiempo comienza a soltarme
Para acompañarte en tu camino
Espero que mis plegarias
Alejadas de tus oídos
Te otorguen una chispa de apoyo
Nuestro adiós no existira
Estoy convencido
Ese lo intercambiamos hace tiempo ya
Ese adios que desearia borrar
No merezco lugar en tu mente
Tu olvido es mi justa carga
Pero quiza
Nuestras canciones funcionen al mismo compas
Eres el bello recordatorio
De mi pasado ignorante
De mi dolor constante
De las lágrimas que niego
Y contradicen mi ideales
Las lagrimas, desparecen
Mas fueron reales
Y su rastro reseca mis ojos en ironia
Quiza debria hablar
Quiza deberia gritar
Quiza deberia cantar
Pero con que sentido
Eres sorda a mis disculpas
Sorda de aquellos mis disparos
Al oscuro y pequeño recobeco
En tu cabeza asegurada
¿Espere sonriendo por esto?
Por este cenizo final
Que se apega a mi piel
Y hace temblar mis manos
Las palabras afiladas
Tiradas en el piso
Cuales dagas en los secos pastizales
Aquellas dagas que lanze con ira
Y asertaron sin falla a tu alma
Y sangraste
Sangre que ahora me tortura ver
El caso reflejo
Que aún me acosa
Las dagas, oxidadas
Corroen mis heridas
Heridas que dudo que sanen
Y en estos momentos de agonia
De soledad y de nostalgia
Tu canto rebota en mis ideas
Y me ahoga
No puedo construir esperanza
En algo roto
