Cuando algo le salía mal a Peter, Michelle siempre estaba, principalmente para ofrecerle su apoyo, y luego para intentar ayudarlo en lo que podía.
En esta situación no hubo excepción, es más, fue Michelle la ocurrente de aquella descabellado idea, aún sabiendo que podría poner en riesgo, no sólo su vida, sino su imagen como ciudadana, pero después de todo a veces eso era ser un buen amigo, ¿verdad? Tomar el coraje suficiente como para arriesgarlo todo por aquel a quien más se quiere.
Por otro lado, estaba Peter, quien completamente se había negado a la idea de su amiga, pero la forma tan convincente que esta tenía de hablar y la desesperación con la que cargaba por los recientes sucesos, no le habían servido de aliadas, bajo una gran duda -y preocupación sobre todo- accedió a la idea, por lo que ahora no solo su error era su poca responsabilidad, sino que el llevar a sus seres queridos al peligro también.__________
Sin empezar con los confusos sucesos, vayamos a donde inició todo esto.
Peter Parker, un chico de dieciséis años, de Queens, estudiante de la preparatoria Midtown, futuro científico de las Industrias Stark -como a él le gusta decir-, bastante tímido, con solamente dos amigos. En pocas palabras un adolescente casi normal con buenas y grandes aspiraciones como cualquier otro, pero... ¿Por qué casi? Porque bajo toda aquella rutinaria presentación, hay algo que no muchos saben, y es que él es aquel que se esconde bajo el llamativo traje rojo y azul de Spider-Man, y eso ya no es tan normal.
Un día hace tres meses, el cual él había nombrado "ordinario" en el instante que despertó, le surgió la oportunidad de una pasantía, se emocionó como nunca antes, aún cuando la pasantía no era en el lugar donde el soñaba, aunque una pequeña parte de él tenía la gran ilusión de que ahí podría dar a conocer su potencial, quizá luego de eso, podría llamar la atención de Stark.
Industrias Hammer había hecho un programa especial de pasantías para menores de edad en las que sólo estudiantes de las escuelas de ciencia y tecnología calificaban para ingresar, Peter completó una de las planillas por simple curiosidad, intentaría echar suerte una vez y para su sorpresa, lo había conseguido.
Recordaba con exactitud el momento en el que el director entraba al aula en la primer hora de un lunes, y lo hizo pararse delante de todos sus compañeros, muerto de vergüenza obedeció, caminó hasta donde el director se encontraba parado junto a su profesor de matemáticas, con la idea de que habían descubierto su doble vida y que lo expulsarían de la escuela. Lo que había recibido fue un fuerte apretón de manos que lo tomó desprevenido y un par de sonrisas que detonaban orgullo mientras le daban una animada felicitación, sus oídos parecían haber perdido momentáneamente la audición porque seguido de las palabras del hombre que representaba la escuela oyó como el aula completa se llevaba de falsos pero ensordecedores aplausos hacia él, pero no había podido escuchar el motivo por el cual lo estaban felicitando.
"¿Cómo dijo...?". Murmuró apenado, sintiendo que el aula dejaría de aplaudir para comenzar a reírse de él. Afortunadamente el director no lo había oído antes de volver a repetir:
"Felicidades al único alumno de nuestra escuela por ganar la pasantía en Industrias Hammer".
Incrédulo, creyó que era una simple broma, pero rápidamente asoció que la imagen directiva de la escuela no se prestaría para las estupideces de sus compañeros, por lo que con una débil sonrisa y un notorio sonrojo dio las gracias luego de recibir la constancia de su aprobación para la pasantía junto a una de la escuela donde le daba pases justificados para ausentarse a clases dos días de la semana durante dos meses (tiempo estimado que duraría la pasantía de Hammer).
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Una misión importante
FanfictionPeter a veces no sabe en quién confiar, y si lo hace, pocas veces es en la persona correcta. Esto lo lleva a exporner su identidad secreta y posiblemente su imagen como ciudadano de New York. Para suerte del joven, tiene dos amigos incondicioneles...