Una misión importante

Capítulo VI

Luego de haber acabado con aquella indescriptible reunión con Hammer, este se fue. Llamó a Happy para decirle que al final no iría a almorzar y que podía irse si quería.

Un fuerte dolor de cabeza se apoderó de él cuando comenzó a notar a dónde iba todo aquel cuento chino que Justin le estaba contando, no sabía en qué punto dejar de creer en sus palabras. Frotó su cien con fuerza para intentar apaciguar la molestia pero fue en vano.

Caminó de un lado a otro por la torre para terminar dirigiéndose a su laboratorio.

-JARVIS, abre el expediente mallitas. -Automáticamente varios hologramas comenzaron a aparecen con información básica de Spider-Man, Tony los conocía de memoria, y aún así podía mirarlos una y otra vez sin cesar. No tenía mucho más de lo que solía verse del arácnido.

Altura, peso y edad aproximada. Habilidades. Estrategias. Lugares a los que acudía con normalidad; el genio notó que siempre estaba rondando cerca de una escuela secundaria. El héroe de Queens mantenía un patrón de horarios para aparecer en las calles, parecía ser organizado, aún así se notaba la poca experiencia que tenía por sus acciones, no tenía cuidado en los más mínimo, simplemente actuaba donde ocurría algo.

Irracional, era la definición más adecuada que encontró el genio.

Pasó la información del pen-drive que Hammer le había dado al sistema central de JARVIS. En un instante un holograma idéntico al plano que tenía en papel apareció frente a él. Movió sus manos sobre el holograma separando este en varias partes, destacando lo que más llamaba su atención.

A-17. El nombre era lo que más lo llamaba. ¿Qué significaba? Aunque en esos momentos no estaba para dejarse llevar por la necesidad de adivinar las intenciones de aquel sujeto desconocido, debía empezar por lo primordial, saber quién demonios era.

Creó un nuevo archivo en el expediente llamado: identidad. Rellenó una planilla con la información que tenía para agilizar las cosas, luego podría avanzar en lo demás.

Spider-Man (PROVISORIO)

Nombre real: Desconocido.
Género: Masculino.
Estatura: 1,70
Edad: +18, aprox.
Residencia: Queens, New York.
Especie: Humano.
Habilidades: Trepa muros, lanza "telaraña" por las manos.
Resistencia: Excesiva. Agotable. Renovable.
Conducta: Impulsiva.
Reputación: Irrelevante.
Apto para el proyecto Vengadores: En consideración.

Guardó la planilla de información personal junto al proyecto A-17. Comenzó a dar vueltas por el laboratorio, no tenía idea por dónde iniciar, descartaba hologramas en cada vuelta que hacía hasta tener una idea planteada en la cabeza.

-JARVIS, haz un escaneo facial de todas cámaras de seguridad y de los vídeos de Internet de los callejones desde donde sale Spider-Man, y reproduce los archivos de la carpeta en movimiento. -Los archivos de dicha carpeta eran vídeos del arácnido en plena acción donde se veía con lujo de detalle.

Tomó nota de cada una de las habilidades de su misterioso sujeto mientras esperaba una actualización de su I.A. Llevaba dos horas en el laboratorio haciendo nada y torturando su mente con un sin fin de teorías sobre cuáles eran las verdaderas intenciones del -irónicamente- amigable vecino de Queens.

-Señor, los resultados siguen siendo los mismos de la última vez, no se ha encontrado ningún potencial individuo ingresando a los callejones previamente a la salida de Spider-Man.

Su mandíbula se tensó, no podía creerlo. Era imposible que tuviese tanto control sobre su identidad, entendía aquel barato juramento de mantener el secreto para no poner a nadie en peligro, pero no podía ser que de todas las fallas que tenía, en ese ámbito no tuviese ninguna. Estaba -casi- seguro de que Spider-Man no era un alíen (o en su defecto un mutante) caminando entre los ciudadanos de Queens, por lo tanto, como un humano más, siempre había fallas en cualquier cosa que se hiciera, y si no tenía un pequeño desliz con guardar su identidad, ahí sí estaría completamente seguro de que no sabría jamás de quién se trataba, porque no, el gran Tony Stark no comenzaría una absurda persecución por el arácnido, y tiendo en cuenta su cualidad para columpiarse entre edificios o treparlos, mucho menos saldría como Iron Man tras él. No. Nunca. Jamás. No se rebajaría.