Para una agradable experiencia puedes poner el ost de fondo.
. . .
Fue hace un año cuando me di cuenta de lo que sentía por este bastardo que tengo frente a mi. Bastardo... La única palabra que viene a mi mente cada vez que pienso en él.
–Hijikata-san... ¡Hijikata-san!. ¡¡HIJIKATA TOSHIRO!! ¿Estás escuchándome pequeño idiota?.
Mierda, me quedé inerte pensando en él otra vez. –Si, si. Te escucho perfectamente.– fijé la mirada en otro lado para que no notara lo avergonzado que estaba.
–Demonios mocoso, si al menos quieres que te enseñe ponme un poco más de atención, esto es cansado.
Te pongo demasiada atención maldito permanentado. Más de la que piensas.
–Olvidalo, tu cabeza hueca está en otro lado, tomemos un descanso.– Decía mientras caminaba hacia la entrada del dojo.
Pensándolo bien, ni siquiera se porque me gusta este sujeto. Es desalineado, un vago vicioso y todo el tiempo anda con cara de sueño. Definitivamente hay algo mal conmigo. Pero... Cuando alguien está en problemas él siempre va a su rescate, es un tipo confiable cuando la situación se pone tensa. Aun así lo odio pero él se encarga de mí y me enseña a pelear. Cuando empuña su bokken su apariencia cambia drásticamente, no lo reconozco ¿Es esa figura de la que me enamoré?.
–Oye mocoso, ¿algo te molesta?.
–Nada.
–Vamos dile al Sensei lo que el pequeño mocoso quiere.– mencionó en su clásico tono burlón acompañado de una sonrisa fingida. –Si no me dices jamás podré complacerte.
–Demonios, eres tú. Siempre me molestas maldito permanentado.
–Vamos, Sensei está muy viejo para salir a divertirse, con algo me tengo que entretener.
Me molesta cuando se pone así, no se si sus palabras son confiables. Me hace dudar, ¿soy idiota por esperar algo de él?.
–De acuerdo. Voy a tomar un siesta, ya que no quieres entrenar...
Verlo irse... No. No quiero, estoy hecho un lío, siento que el pecho me va a reventar, necesito deshacerme de esta sensación rápido. Si no es ahora ¿Cuándo será?.
–¡¡Sensei!!... Es... Espere.
–¿mmh? –se voltea para mirarme.
–Yo... Necesito decirle algo– sentí como el corazón me empezaba a latir más y más, no podía mirarlo a la cara. No me atrevía. Pero tenía que decirle cómo me hacía sentir. –Usted... Usted... Me gusta..– dije con una voz muy tenue y difícil de percibir.
–¿Queee?, No escuché nadaaa. ¿Puedes repetirlo?– dice con su clásica voz burlona. Tenía su palma en la oreja intentando percibir el sonido.
Es irónico que no haya escuchado, estamos a unos pasos y el único sonido que hay es el del viento moviendo las hojas de los árboles. Básicamente estamos solo nosotros dos. Sentí que el corazón se me saldría del pecho pero ahora me siento más tranquilo, no espero un respuesta pero... Si la hay, si al menos hubiera escuchado mis palabras, yo...
–Men-ti-ra. Escuché perfectamente.
¡¡¿Qué?!! Ni Siquiera puedo levantar la mirada, solo escucho los pasos que se dirigen hacia mí. ¿Que va a intentar este sujeto?, ¿Me va a golpear?, ¿Se burlara de mí?. Todas las opciones son posibles, digo, es un idiota y no me sorprende que intente algo raro. Me estoy poniendo nervios.
Veo su silueta frente a mí.
–Sensei, yo...
En pocos segundos estábamos cara a cara, sus ojos carmesí... Serios. Yo estaba perplejo, no podía decir una sola palabra. –Bésame– dijo con una voz seria, su mirada era la misma. No se separaba de mí, no dejaba de verme. Me había paralizado.
–Bé-sa-me... O ¿Quieres que yo lo haga?
Quería salir corriendo. –Yo... No...–de pronto siento sus labios tocando los míos, unos labios áspero pero dulces al contacto. Yo no me moví ni un milímetro. No era un beso profundo, era un beso tierno y suave. No sé si era su respuesta a mis palabras o si solo estaba jugando conmigo, si era un juego quería que jugara más y más.
–Hijikata-kun, ¿Eres consciente de lo que acabas de hacer?. Ahora el Sensei es un shotacon, ¡dios mío qué dirán los demás!– suelta una pequeña risa. La sentí sincera–De acuerdo.
"De acuerdo". ¿Que rayos significa eso?, ¿Quiere decir que está de acuerdo con mis sentimientos? ó está de acuerdo en ¿qué?... Me hice más lío.
–Sensei... Esto... Odio sentirme así, incluso te odio a ti pero... Quiero estar contigo– no sé de dónde saqué valor para decir eso último, lo que sí sé es que fue sincero y quería transmitirle ese sentimiento a Gintoki Sensei. Gintoki... Su nombre, el solo pronunciarlo me estremecía.
–Hijikata-kun, ¿Sabes porqué estás aquí?– dijo con una voz sería, en ese momento se había separado y su mirada estaba inerte en el horizonte.
–Mmh, Porque no tengo a donde...
–Porque decidí que este sería tu hogar– interrumpió mi frase para decir eso.–Tu eres especial, siempre lo has sido.
Por supuesto, en aquel momento recordé que yo era "especial"... A mis palabras, un monstruo. Un "asesino" que pierde el control en situaciones difíciles, temido por todos y echado como si no valiera nada a pesar de eso este hombre me recogió y cuidó de mí.
–En ti vi un corazón enorme. Un corazón que es impulsado por una pureza y fuerza de voluntad mayor a la de cualquier humano. Tu eres alguien grande y especial, cuando te vi supe que eras tú...– esas últimas palabra las dijo volteandome a ver y emitiendo una sonrisa cálida en su rostro, sus ojos se veían gentiles.
Sentí el cuerpo pesado. Las lágrima comenzaron a fluir, no dije nada, no hice nada. Solo estaba ahí. El Sensei vino a mi sin que yo se lo pidiera siempre estuvo ahí, yo ya tenía una respuesta clara, el Sensei me quería y yo no lo había notado.
Sus brazos rodeaban mi cuerpo, un abrazo cálido de la persona a quien amo. Un abrazo único. No pronunciamos nada, solo nos quedamos ahí, yo hecho un mar de lágrimas y el Sensei aferrado a mi... No recuerdo qué pasó después solo recuerdo la sensación de el principio, la sensación de saber que estoy enamorado.
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S E N S E I
FanfictionTener sentimientos encontrados hacia esa persona que admiro y odio a la vez es una sensación que no puedo controlar; el pecho me arde, las piernas me tiemblan y tengo las manos gélidas. El solo hecho de verlo me provoca náuseas y mareos aunque me l...