Broken Heart

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¿Quién diría que la persona que nos ayudó cuando peor nos sentíamos, sería la misma que nos terminaría destruyendo?

Verán, hace tiempo conocí a un chico por facebook — antes de que digan algo, él y yo íbamos al mismo colegio, por eso le acepté la solicitud. —, en un principio sólo reaccionábamos a nuestras publicaciones, y con el tiempo, empezamos a conversar.

Jeon JungKook, ahora me pregunto: ¿Qué hubiera sucedido si nunca me hubieras mandado solicitud?

Recuerdo perfectamente que yo fui la primera en atreverse a comenzar una conversación; ni siquiera había pasado un minuto de que le mandé un "Hola", y él ya me había contestado, a mí parecer, muy emocionado. Eran vacaciones, por lo que ese día no me importó el desvelarme platicando con él.

Día tras día hablábamos sobre nosotros; era demasiado agradable — al menos eso aparentaba —, hasta ese momento ya conocíamos todo el uno del otro... o eso creía. Mensajeabamos a cualquier hora del día.

Cuando las vacaciones llegaron a su fin, le deseé buena suerte para el primer día del nuevo semestre que comenzaría. Jeon iba al turno de la mañana y yo al de la tarde; dijo que estaría encantado de verme un día de esos, incluso, comentó que sus amigos se quedaban una hora extra para pasar una materia que habían reprobado el semestre pasado. Cómo toda una tonta, le creí.

Por obra del destino, el salón en el que estudiaban sus amigos se encontraba en el mismo edificio en el que yo tenía mi primera clase, por lo que acordamos vernos los martes y los jueves antes de que mis clases comenzaran.

La primera vez que nos vimos — en realidad ya lo había visto en varias ocasiones caminando por la escuela —, pude apreciar su cabello castaño, sus lindos ojos y sus labios; parecía tan... irreal. Ninguno de los dos dijo nada, únicamente nos limitamos a mirarnos por un minuto y después la timidez nos atacó. Por pena, le dije que debía irme, él sonrió y se sonrojó.

Al siguiente día acompañé a Jisoo a su salón, por lo que pasé frente a él, y me obligué a saludarlo. La sonrisa que me mostró en ese momento hizo que me flaquearan las piernas y que el calor subiera a mis mejillas; mi amiga se presentó y con una mirada confidente me dijo que había olvidado terminar una tarea, por lo que me dejaba a solas con él. Ambos vimos como ella se alejó y comenzamos a conversar. Media hora después se despidió, excusándose en que sus amigos eran un poco molestos y que no le gustaría incomodarme con sus presencias.

Jeon JungKook, ¿Por qué simplemente no dijiste la verdad?

Un mes y medio después, yo ya me encontraba sintiendo maripositas en el estómago cada vez que lo veía, y me emocionaba cada vez que me llegaba uno de sus mensajes. Y creí que él sentía lo mismo... era muy bueno actuando.

Recuerdo perfectamente que me encantaba jugar con su cabello mientras él me platicaba que había hecho en su día. Eso me encontraba haciendo un jueves, cuando del salón en el que estudiaban sus amigos, salió una chica un poco más alta que yo, nos miró enfurecida, por lo que Jeon se puso de pie rápidamente y la jaló de su brazo. La pelinegra me miraba muy feo... sentía que trataba de ver más allá de mis ojos, como si me estuviera estudiando desde mi interior; fue muy incómodo.

Ambos comenzaron a discutir frente a mí, y por lo que tenía entendido, ella era su mejor amiga... pero por la forma en la que discutían, me di cuenta de que ella no era una simple amiga, era... su novia. Y entonces caí en cuenta de yo sólo era un juego, con el cual, Jeon se divertía demasiado.

Jeon JungKook, ¿por qué siempre negaste a tu novia y me ilusionaste?

Mis ojos se llenaron de lágrimas y me fui corriendo de ese lugar. Llegué a la cafetería, agitada de tanto correr, y me encontré con un amigo, el cual, al verme de esa forma se preocupó, pero yo no podía decir nada. Sentía un gran nudo en mi garganta, que poco a poco se iba convirtiendo en un nudo en mi alma. Me lancé a sus brazos y lloré como si no hubiera mañana.

Al llegar al salón de clases, la señorita Kim notó que algo no andaba bien,sin embargo, no me preguntó nada. La clase de redacción pasó como si nada, me pude tranquilizar un poco.

A la siguiente clase, inglés, recibí un mensaje de Jeon. No me sentía preparada para saber algo de él, pero aún así leí lo que escribió para mí.

«Lisa... creo que te debo una disculpa por lo que sucedió hoy; ella... ella es un poco celosa y cuando te vio conmigo, se enojó... Y la disculpa es por parte de ambos. Sí ya no me quieres hablar entenderé...»

En mi interior había una mísera esperanza en que yo estaba mal interpretando las cosas, por lo que le respondí.

«JungKook, no te debes de disculpar. Fue mi culpa por estar contigo en ese momento, pero no quiero ser la razón por la tu amiga se enfade contigo; y ella tampoco debe disculparse, tranquilo...»

A los minutos tuve respuesta, y ahora deseo nunca haberlo conocido, pero por algo pasan las cosas, y supongo que tal vez esa fue la forma del destino de darme mi karma.

«Lisa... Es que, ella no es mi amiga... es mi novia, y ella es la razón por la que me quedo siempre una hora extra... Todo esto es mi culpa...»

En ese momento mis manos comenzaron a temblar, y mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas. Dolía como el mismo infierno, y dolía porque me había enamorado de la persona incorrecta... Él me había ayudado a subir mi autoestima en tan poco tiempo, y de la misma manera me ayudó a destruirme en tan sólo cinco segundos.

Los días pasaban y yo empeoraba. Había adelgazado demasiado, y debajo de mis ojos había unas ojeras enormes. Mis noches se basaban en recostarme en la cama, abrazando a un peluche mientras lloraba hasta quedarme dormida. Él me había dañado demasiado.

Mis amigas estaban disgustadas conmigo por mi actitud después de que eso sucedió, por lo que poco a poco volví a ser la misma de antes, y lo olvidé... no del todo, pero mis sentimientos por él se extinguieron.

Conocí a un chico súper lindo, y me di la oportunidad de enamorarme de nuevo, me di la oportunidad de quererme a mi misma gracias a él.

Jeon JungKook, gracias por nada... Pero también gracias por todo.

Thanks for nothingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora