Regretful Heart

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Nunca creí decir esto, pero me arrepiento de todo el daño que he hecho por no pensar más que en mí.

A estas alturas, tengo más enemigos que amigos, y eso es debido a mi egoísmo. Lo admito, todo ha sido mi culpa.

Lalisa, ¿Serías capaz de perdonarme?

Después de que mi novia saliera del salón, y me viera con Lisa, me sentí fatal, y fue ahí cuando me di cuenta del asco de persona que soy. Traté de salir corriendo tras ella, pero.. ¿De qué iba a servir?... Lo hecho, hecho está, y yo le mentí a una chica súper linda y dulce.

Cada martes y cada jueves la miraba a la distancia. El brillo de sus ojos había desaparecido, y sus labios ya no tenían esa hermosa sonrisa que la hacía destacar de entre todas las chicas del instituto. Y todo por mi culpa.

No había día en que no tratara de escribirle un mensaje, pero sabía que sería en vano, puesto que le causaría aún más daño. Incluso, me obligué a borrarla de facebook, porque no quería que ella siguiera al tanto del asco de vida que yo llevaba.

Dolía demasiado. Pero sabía que ese dolor no se comparaba al dolor que ella debía estar sintiendo... Esto es como si fuera un efecto mariposa que yo mismo causé; esto apenas es el inició del fin.

Por las noches solía pensar en Lisa; sus ojos, sus labios, su nariz, su cabello... todo de ella era perfecto ante mis ojos. Lamentablemente, no me di cuenta de ello hasta que pasó lo que pasó.

La situación se había salido de mis manos. Tenía planeado cortar con mi novia, y comenzar una nueva historia junto a Lisa, pero no encontré el momento indicado para dejar a mi pareja...

Lalisa, ¿Qué pasaba por tu mente cuando estabas conmigo?

YoonGi-hyung me dijo que era un estúpido por jugar de esa manera con Lalisa, y tiene toda la razón. Sólo... quería que alguien me diera esa atención que mi novia no me daba, y en Lisa la encontré.

Recuerdo que un día, una chica alta de cabello negro se acercó a mí. Me saludó con un movimiento de mano y yo hice lo mismo; se miraba molesta, pero no tenía idea de quién era.

- Disculpa, tú eres Jeon JungKook, ¿Cierto? - preguntó con su suave voz. Sus labios se fruncieron en una mueca.

- Sí. - respondí sin pensarlo.

- Eres el ser humano más idiota que he conocido en mi vida - musitó con una molestia demasiado notoria. -, y no mereces ser amado. Tonto.

No había caído en cuenta de que se trataba de una de las amigas de Lisa, sino, hasta que escuché un sollozo cerca de las escaleras del edificio, y la vi a ella, siendo abrazada por un chico de cabello pelirrojo.

- Tienes razón - contesté.

Y sin que me diera cuenta, ella dejó una cachetada en mi mejilla izquierda, que hizo que mi rostro se girara.

- Espero que tu novia se dé cuenta del asco de persona que tiene como pareja... o tal vez ella es igual que tú, y por eso te quiere. A saber.

Y sin decir nada más, se alejó.

Desde ese día, me prohibí a mí mismo el seguir viendo a Lisa. Traté de enfocarme en mi “perfecta” relación y dejé de pensar en ella; pero no sirvió de nada, puesto que al poco tiempo me la encontré por uno de los pasillos de la escuela. Nuestras miradas chocaron, y ella hizo una mueca, sin embargo, me saludó con un movimiento de mano, y yo hice lo mismo. En ese momento quise darme media vuelta, tomarla de la mano, besarla y hacerle saber que era todo para mí... quería hacerle saber que estaba al tanto de lo cobarde que fui.
Pero no lo hice. Seguí caminando y me encontré con mi novia, hice la sonrisa más fingida que pude, y la abracé. Era un maldito infeliz.

Después de ese encuentro no supe nada nuevo de ella, hasta la semana de finales. La vi caminando por el estacionamiento de alumnos en compañía de Jisoo, su amiga. Yo iba tomado de la mano con mi novia, y la vi... ella me vio a mí... apartó su mirada y siguió caminando como si nada. Como si yo no existiera para ella.

Lalisa, ¿Para ti yo ya no existía en esos momentos?

Esa noche lloré. Lloré porque soy un completo idiota, y porque su amiga tenía razón, yo no merecía ser amado. Y entonces me imaginé a Lisa caminando de la mano con alguien, y eso me terminó destrozando, porque yo seguía siendo un imbécil que quería el amor entero de la chica, pero que yo no podía darle ese mismo amor, porque yo estaba interesado alguien más.

Finalmente ese día llegó. Corté con mi novia. Y decidí que cuando viera a Lisa, me disculparía con ella como es debido. Sin embargo, eso sería el próximo semestre.

Un semestre nuevo, grupo nuevo y compañeros nuevos. Me emocionaba la idea. Entonces la vi con su cabello teñido, levemente maquillada y con esa hermosa sonrisa en su rostro.

— Lisa — dije lo suficientemente alto para que ella me oyera.

Se giró y mantuvo su mirada en mis ojos. Su boca se abrió a modo de sorpresa y después sonrió.

— Oh, JungKook, hola.

— ¿P-Podemos hablar? — cuestioné con miedo a que me rechazara.

— Oh... — miró a un chico junto a ella. Sus manos estaban entrelazadas. — Lo siento, en estos momentos estoy ocupada... Por cierto, él es mi novio...

— Uh, un gusto conocerte. Cuida bien de Lalisa.

Me di media vuelta y caminé lo más rápido que pude. Las lágrimas se agolparon en mis ojos y sentí un profundo dolor en mi pecho.

Lalisa, hoy sé que es cierto que la gente no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...

Thanks for nothingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora